Francia y Estados Unidos van a copresidir un grupo de trabajo "técnico" en el marco de la OCDE sobre la fiscalidad de la economía digital con el objetivo de conseguir un acuerdo en el primer semestre de 2020, anunció este jueves el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
"Creo que estamos en disposición de tener una propuesta para finales de año" que pueda ser luego negociada y consensuada para mediados de 2020, señaló el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, en una declaración conjunta con Le Maire en París.
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Gurría, que agradeció el "liderazgo entusiasta" de Francia en este asunto, dijo que el pacto entre París y Washington en la cumbre del G7 de Biarritz finalizada el pasado lunes sobre la marcha de este proceso lo "ha acelerado", "ha puesto la cuestión en el nivel correcto" y "va a ayudarnos enormemente".
Además, hizo notar que hay 130 países implicados en esa concertación para "crear un modelo de fiscalidad del siglo XXI" a escala internacional y no sólo los 36 de su organización.
Ese pacto franco-estadounidense, que deriva del compromiso que habían alcanzado a mediados de julio los ministros del G7, sirve para aparcar las tensiones de las últimas semanas entre París y Washington por el impuesto digital francés, que Estados Unidos amenazaba con sancionar subiendo los aranceles a su vino.
Como recordó Le Maire, Francia se comprometió ante EE.UU., que se sentía atacado, a renunciar a su llamada "tasa GAFA" (por Google, Apple, Facebook y Amazon) desde el momento en que haya un acuerdo internacional, sin esperar a que sea ratificado por todos los Estados implicados para su puesta en vigor.
Además, devolverá a las empresas la diferencia entre lo que desde este año hayan tenido que pagar por ese impuesto francés y lo que habrían tenido que abonar por el sistema internacional que todavía está por definir.
Ese sistema, según lo convenido por los ministros del G7 y como quería Estados Unidos, se aplicará a todas las empresas, y no únicamente a las digitales.
Sin embargo, al mismo tiempo también incluirá -como pretendía Francia- un enfoque para tener en cuenta la especificidad de internet y la dificultad de gravar compañías que obtienen beneficios en un país sin necesariamente tener una presencia física.
Todo eso quedará al margen del trabajo que también está desarrollando en paralelo la OCDE para establecer un sistema de fijación de unos mínimos al impuesto de sociedades a nivel internacional, y que pretende evitar que las empresas se domicilien en paraísos fiscales para eludir impuestos.
El ministro francés, que la semana próxima viaja a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, Steven Mnuchin, estimó que los principales desafíos para el grupo de trabajo son establecer un vínculo fiscal entre las empresas y los territorios donde hacen su negocio, tengan o no presencia física; el nivel del impuesto; los tipos de empresas; y la especificidad para las digitales.
Para el ministro francés, "es un reto colectivo" porque "la economía del siglo XXI es una economía digitalizada" y "nadie puede aceptar que una empresa haga unos ingresos considerables" sin pagar impuestos allí donde los genera.
Après l’accord au #G7Biarritz sur la taxation du numérique entre la France et les Etats-Unis, nous voulons avec @A_Gurria accélérer les travaux avec un objectif : obtenir une solution internationale à l’@OCDE_fr au 1er semestre 2020. pic.twitter.com/pl5B4A6vAo
— Bruno Le Maire (@BrunoLeMaire) August 29, 2019