Kristalina Georgieva | Foto: EFE/EPA/ALESSANDRO DELLA VALLE
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) anunciaron ayer jueves que sus asambleas anuales programadas para mediados de octubre en la ciudad de Washington se celebrarán de forma virtual a causa de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
"Dados los problemas de salud relacionados con la pandemia, las direcciones del FMI y del BM recomiendan que las asambleas anuales de 2020, programadas para la semana del 12-18 de octubre, se celebren este año en un formato principalmente virtual", indicaron en un comunicado la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, y el presidente del BM, David Malpass.
Ambas instituciones repiten así el formato virtual que ya emplearon para sus asambleas de primavera, en abril, tras el estallido de la pandemia.
"Mientras nos alistamos para un escenario virtual, nos mantenemos flexibles con el formato de las reuniones a la luz de los acontecimientos y trabajaremos, en consulta con nuestros directorios ejecutivos, para satisfacer las necesidades de nuestros miembros", detallaron Georgieva y Malpass.
"Nuestro objetivo -agregaron- es atender a nuestros miembros de manera efectiva al tiempo que garantizamos la salud y la seguridad de los participantes de las asambleas anuales, de los trabajadores y de la comunidad local en el área de Washington".
Las asambleas anuales de estas organizaciones multilaterales congregan cada año a los principales líderes económicos mundiales y a los funcionarios de los 189 países miembros para analizar los retos globales.
El Banco Mundial alertó hace un mes de la enorme magnitud de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que llevará a la economía global a un caída del 5,2 % este año, algo no visto desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
También apuntó a una caída de los ingresos per cápita de un 3,6 % a nivel global, lo que supondrá que entre 70 y 100 millones de personas puedan quedar por debajo del umbral de la extrema pobreza.
Las previsiones del BM son más pesimistas que las avanzadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril, cuando estimó una contracción global del 3 %.
