El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó este martes a los países latinoamericanos que garanticen la sostenibilidad de sus finanzas públicas para mantener su credibilidad en los mercados y reconstruir espacio fiscal, pero siempre protegiendo a las poblaciones más vulnerables.
En una entrevista con Efe, el director del Fondo para el Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, explicó que existen muchos gastos públicos que no van dirigidos a las capas más vulnerables de la población, y que es ahí donde deben centrarse los ajustes fiscales de los países.
Gastos corrientes y subsidios generalizados, así como impuestos indirectos, por ejemplo, son áreas en las que estos países pueden avanzar hacia la consolidación fiscal sin necesidad de tocar programas sociales clave, sanidad, educación e inversiones públicas, apuntó el director regional del FMI.
"La elevada inflación que se está viviendo y que en el caso de los precios de la energía y los alimentos afecta especialmente a las personas vulnerables hay que combatirla en el corto plazo con transferencias a los más pobres", explicó Goldfajn.
En su entrevista con Efe, el director regional del FMI admitió que, si bien el impacto directo sobre el comercio latinoamericano y caribeño de la guerra en Ucrania es muy pequeño por su poca exposición a Rusia y Ucrania, el campo en el que más se notan las consecuencias del conflicto es en la elevadísima inflación.
"Todos los países de la región están sufriendo un impacto inflacionario (por el conflicto), incluso los que son exportadores. Y eso ocurre sobre unos niveles de inflación que ya eran altos antes de la guerra", explicó Goldfajn.
Tras un crecimiento en 2021 del 6,8% en Latinoamérica y el Caribe, el FMI elevó la semana pasada su pronóstico para 2022 una décima, hasta el 2,5%, respecto a la previsión de enero pasado; y rebajó una décima su predicción para 2023, que situó en el 2,5%.
En las dos principales economías regionales, el FMI proyecta un crecimiento del 2 % este año y del 2,5 % en 2023 para México (8 décimas y 2 décimas menos, de lo que dijo en enero); y un crecimiento del 0,8 % en 2022 y el 1,4 % en 2023 para Brasil (5 décimas más y 2 décimas menos que lo proyectado en enero).