Odebrecht exportó corrupción a granel a gobiernos corruptos, lo que no es un atributo exclusivo, ni de esa transnacional, ni del imperialismo brasileño, que entró en una singular y riesgosa competencia con el estadounidense; y le ha ido mal, por el momento.
No olvidemos que el escándalo se potenció con las investigaciones realizadas al interior del sistema financiero de EE.UU., viéndose obligada Odebrecht a negociar sus violaciones, a hacer confesiones y pagar penalidades, lo que tuvo su impacto aquí que ahora vuelve a regurgitar con las filtraciones de otros pagos secretos develados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación: 39 millones de dólares en sobornos para facilitar la estafa de de las plantas a carbón de Punta Catalina que fueron a parar, según la revista brasileña Epoca a dos alcancías del presidente Medina y al economista neoliberal Andy Dahuajre (20 millones a Rubén Bichara, vicepresidente de la CDEEE, 17 a Gonzalo Castillo, Ministro de Obras Publicas y 2 millones a Andy)
Pasó así también con la Embraer (caso Súper-Tucanos) durante el Gobierno de Leonel Fernández.
La conexión Odebrecht entre Brasil y Dominicana
Ciertamente Odebrecht, con sus conexiones con Petrobras y el poder político, se robó 2000 millones de dólares solo en Brasil.
Aquí, incluida la estafa de Punta Catalina, las sobrevaluaciones superan los 2,000 millones de dólares.
Los financiamientos electorales suman en total varios centenares millones de dólares y los sobornos intermedios 92, a lo que se agregan los pagos secretos a los impulsores del proyecto de Punta Catalina.
Y para colmo, Odebrecht, en disfrute todavía de su impunidad local, ejerciendo su poder de chantaje, ha demandado al Estado Dominicano por 700 millones de dólares.
Joao manejó directamente 50 millones de dólares en campañas de imagen presidencial realizadas en Brasil, hecho comprobado y condenado. Y fue instalado aquí como intermediario de una red mafiosa continental, como asesor de imagen del Gobierno del PLD e ideólogo de las campañas electorales del PLD (2012 y 2016).
Una de las contribuciones a la campaña de Danilo Medina por casi 4.5 millones de dólares fue transferida a través de unas de sus cuentas en Banco Suizo Heritage usada para recibir dinero de Odebrecht con esos fines.
El flujo de dólares sucios detectado fue casi siempre triangular: Brasil, Perú-Dominicana o Brasil-Suiza-Dominicana.
Danilo, Lula y Odebrecht
La situación dominicana y de Danilo Medina sobre el tema tiene particularidades insoslayables.
El modus operandi de Danilo tiene mucho de pragmatismo mafioso, fundamentalmente subordinado a la recolonización a cargo de EE.UU. y el imperialismo europeo.
Hombre de aparato, lejos del liderazgo social, muy lejos de los méritos y la popularidad de Lula y del PT, sencillamente hizo provecho de esa conexión (la heredó de Leonel Fernández) y ha creado su propio emporio económico con alcancías humanas que responden a sus designios. Al igual que ex-presidente Fernández, pero más gris y más taimado, y ambos enfrentados por la ambición de poder y afectados por un enorme desgaste.
Esta denuncia sobre Punta Catalina incrementa las dificultades de sus designios reeleccionistas y acelera los cabildeos en Washington en procura de un relevo bajo control imperial.