La red social Facebook anunció este lunes que prohibirá los contenidos que nieguen o con información distorsionada acerca del Holocausto, en respuesta a lo que consideró "aumento del antisemitismo".
"Hace tiempo que eliminamos las publicaciones que elogian los crímenes de odio o los asesinatos en masa, incluido el Holocausto", señaló el consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, en una publicación aparecida en su perfil en la red social.
"Pero con el aumento del antisemitismo -continuó-, estamos ampliando nuestra política para prohibir cualquier contenido que niegue o distorsione el Holocausto".
En concreto, Zuckerberg puntualizó que la actualización de su política de odio prohíbe "la negación del Holocausto".
"Si las personas buscan el Holocausto en Facebook, comenzaremos a dirigirlas a fuentes autorizadas para obtener información precisa", agregó el CEO de la compañía de Menlo Park (California, EE.UU.).
Zuckerberg admitió que ha luchado con la tensión "entre la defensa de la libertad de expresión y el daño causado por minimizar o negar el horror del Holocausto".
Sin embargo, admitió que su opinión "ha evolucionado al ver datos que muestran un aumento de la violencia antisemita".
"Trazas las líneas correctas entre lo que es y lo que no es un discurso aceptable no es sencillo, pero con el estado actual del mundo, creo que este es el equilibrio correcto", defendió.
El pasado 11 agosto, Facebook, la red social con más usuarios del mundo, informó que eliminó más del doble de contenidos considerados de odio entre abril y junio pasado que en el trimestre anterior.
Entre abril y junio, Facebook eliminó en todo el mundo 22,5 millones de mensajes de odio contra distintos grupos humanos, frente a los 9,6 millones que eliminó entre enero y marzo.
Ese incremento lo achacó a la ampliación de su tecnología de automatización a los idiomas español, árabe e indonesio, así como a la mejora de las herramientas en inglés.
Además de los mensajes de odio, la firma tecnológica suprimió entre abril y junio más de 7 millones de piezas que consideró que contenían información falsa sobre la COVID-19, tales como supuestas medidas preventivas sin base médica o curas que los expertos sostienen que podrían resultar peligrosas.