Facebook limitará los anuncios políticos sin suficiente transparencia para prevenir injerencias extranjeras que confunden a la opinión pública, con nuevas medidas para los anunciantes que en la Unión Europea (UE) se empezarán a aplicar a finales de marzo.
Así lo aseguró Tessa Lyons-Laing, jefa de producto de Facebook y responsable del equipo de lucha contra la desinformación y las noticias falsas, a los periodistas en Madrid.
En ese encuentro con la prensa, Lyons-Laing destacó el compromiso de Facebook frente al mal uso que hacen de él algunos actores cuyas técnicas informativas maliciosas son cada vez más sofisticadas.
En cuanto a las medidas anunciadas contra la difusión de publicidad política que ya se están implementando con éxito en media decena de países, la idea es tenerlas desplegadas en verano a nivel global con carácter de permanencia sin limitar su funcionalidad a períodos electorales.
Por motivos de transparencia, no se permitirá a los anunciantes la compra de anuncios políticos cuyos responsables no estén identificados o cuya ubicación física difiera del país al que dirigen sus mensajes.
"Cualquiera tendrá que autentificar su identidad y su localización", dijo Lyons-Laing.
Aunque la inmensa mayoría de los anuncios los gestionan organizaciones legítimas, la plataforma exigirá verificarlo, bajo la prioridad de promover un nuevo modelo de transparencia.
Los responsables del anuncio político deberán incluir información respecto a quienes son realmente y quien está detrás de su financiación, aspectos que se podrán consultar abiertamente en una biblioteca de anuncios en la plataforma accesible a todo el mundo incluso sin ser usuario.
La medida también afectará a anuncios que no mencionen a un candidato o partido político pero que se vinculen con discursos muy debatidos o importantes.
Lyons-Laing insistió en el abanico de medidas implementadas para combatir las noticias falsas.
Entre otras muchas su programa "fact-checking" que se aplica en 22 idiomas para verificar contenidos, incluidos fotografías y vídeos.
Cuando se evita a tiempo que un contenido malicioso se haga popular, el riesgo de viralidad se reduce hasta el 80 por ciento, según la jefa de producto de Facebook.