Los bebés nacidos de mujeres expuestas a altos niveles de contaminación en el aire durante la semana previa al parto tienen más probabilidades de ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos para recién nacidos (UCIN), según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE.UU.
Dependiendo del tipo de contaminación, las posibilidades de ingreso en una UCIN aumentaron de aproximadamente un 4 a un 147 %, en comparación con los bebés cuyas madres no vivieron en zonas de altos niveles de contaminación del aire durante la semana anterior al parto, revela el estudio difundido este viernes.
La doctora Pauline Mendola, directora de la investigación, asegura que el estudio sugiere que las mujeres embarazadas deberían considerar la posibilidad de "limitar" su tiempo al aire libre cuando las advertencias de calidad del aire indiquen "condiciones poco saludables".
Estudios anteriores han relacionado los niveles elevados de ciertos tipos de contaminantes del aire con mayores riesgos de diabetes gestacional y preeclampsia, un trastorno de la presión arterial del embarazo.
Asimismo, otras investigaciones previas habían demostrado que los bebés nacidos de mujeres expuestas a altos niveles de contaminantes del aire corren el riesgo de tener un parto prematuro, de ser pequeños para su edad gestacional al nacer y de crecer más lentamente de lo normal en el útero.
Para este estudio, los investigadores analizaron información sobre más de 223.000 nacimientos en 12 clínicas de Estados Unidos desde el año 2002 hasta 2008.
Los investigadores compararon los datos de calidad del aire en el área donde ocurrió cada nacimiento la semana anterior al parto, el día anterior al parto y el día del parto.
Luego compararon estos intervalos de tiempo con los datos de calidad del aire dos semanas antes del parto y dos semanas después del parto para identificar el riesgo de admisión a la UCIN asociado con los niveles de contaminación, indicó NIH en un comunicado.
Las posibilidades de tener que ser ingresados en estas unidades de cuidados especiales aumentaron significativamente con la exposición a contaminantes relacionados con el tráfico de vehículos el día anterior y el día del parto, en comparación con la semana previa al parto.
Este incremento fue del 4 y 3 %, respectivamente, por un aumento de aproximadamente 300 partes por millón (ppm) en monóxido de carbono; del 13 y 9 % para una subida de unos 26 ppm en dióxido de nitrógeno; y del 6 y 3 % con un aumento de cerca de 3 ppm en dióxido de azufre.
Aunque todavía desconocen las posibles causas, los investigadores consideran que los contaminantes podrían aumentar una inflamación, lo que ocasiona un deterioro en el crecimiento de los vasos sanguíneos, particularmente en la placenta, que suministra oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo.