Por Martí Quintana
La perforación y extracción de gasolinas hecha de manera rudimentaria incrementa las posibilidades de una catástrofe como la ocurrida en el estado mexicano de Hidalgo, con al menos 67 muertos, por lo que se necesita más previsión, dijo este sábado un experto a Efe.
"Ahora suben dos elementos nuevos a la discusión pública. Uno de ellos, que no se había tratado, es el riesgo que tienen las personas que hacen este tipo de actividades ilegales, así como las implicaciones ambientales", dijo hoy sábado a Efe el director nacional de Energía e Ingeniería Civil de la Universidad del Valle de México, Gerardo de Alba Mora.
Desde que asumió la Presidencia el 1 de diciembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inició un combate frontal contra el huachicoleo -como se conoce en México al robo de combustibles- que genera multimillonarias pérdidas a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Cambió el modelo de suministro a las gasolineras transportando más hidrocarburos por pipas (camión cisterna), lo que generó desabastecimiento en unos diez estados del país.
"Se había hablado mucho de las implicaciones económicas de la ordeña de combustible y de la incomodidad" ciudadana, sin tener en cuenta los peligros de esta modalidad de robo, afirmó De Alba Mora.
Los peligros de este tipo de sustracción se han hecho patentes esas últimas horas en México cuando explotó una toma clandestina en el municipio de Tlahuelilpan, en el céntrico estado de Hidalgo, ocasionando una tragedia con al menos 67 muertos y 75 heridos, algunos de ellos en estado muy grave.
Aunque el experto dijo que "todavía es muy aventurado" establecer cómo se realizó el agujero en el ducto, pues esto lo dictaminará el peritaje, lo que es evidente es que la forma de recopilación de la gasolina fue completamente "rudimentaria".
En las imágenes que trascendieron a la prensa del robo de combustible en Tlahuelilpan durante este viernes en la tarde, se observa a un centenar de personas recolectando gasolina con garrafones e incluso jarrones de agua, hasta que se produjo la fuerte explosión.
Aunque falta por esclarecer cómo se perforó el ducto, podría ser un caso de agujero hecho "a pico y pala", una de las modalidades que se llevan a cabo en las comunidades.
"Hay quienes perforan el ducto y lo hacen para subsistir, en su día a día, y así sacar algo de dinero pero sin conocimiento ni herramientas, y otros para quienes (el robo de gasolinas) es un negocio conocido y sumamente rentable", apuntó el académico.
De Alba Mora resaltó la peligrosidad del robo de gasolina desde ductos, acrecentada si no se hace con herramientas adecuadas ni expertos en la materia.
"Estamos hablando de combustibles, son líquidos muy fácilmente inflamables y que con cualquier descuido, una chispa, se puede provocar una explosión", remarcó.
Por eso, continuó, Pemex ha de asegurarse de cumplir con todas las normas internacionales a la hora de operar ductos, dando el mantenimiento y la vigilancia adecuadas.
El analista consideró que la firma estatal debería también implementar un sistema de monitoreo más "efectivo" y así detectar oportunamente "una falla natural o una posible operación de huachicoleo".