Un estudio de la Universidad Johns Hopkins publicado ayer lues estableció que empresas productoras de leche de fórmula pueden haber influido de forma indebida en médicos de zonas marginales de Lima para que estos recomienden estos productos, explicó a Efe una de las autoras de la investigación.
La estadounidense Jessica Rothstein dirigió el estudio entre 2016 y 2017 en una muestra de 214 madres de Villa El Salvador, un distrito de bajos ingresos de Lima con unos 380 mil habitantes, y encontró que la mitad optó por alternar la lactancia materna con la fórmula en sus bebés menores de dos meses de edad.
"Resultó que las mamás que habían recibido la recomendación de fórmula estaban diez veces con más probabilidades de dar fórmula a sus infantes durante los primeros dos meses de vida", explicó Rothstein a Efe sobre el estudio, publicado en la revista Social Science & Medicine de Estados Unidos.
Al encontrar una tendencia favorable a estos productos, Rothstein entrevistó a 29 nuevas madres, cuatro enfermeras y tres médicos para saber "si una amiga, una vecina, o su suegra, que muchas veces tiene poder sobre la alimentación o el cuidado del bebé, o si los médicos y enfermeras, estaban recomendando la fórmula".
Así, encontró que los médicos "no decían directamente (a las madres) que tenían que dar esta fórmula" pero sí "decían que si no tiene leche más adelante, debe probar la fórmula", con la consecuencia de que "las mamás pensaban que necesitaban esta ayuda".
"Otra cosa que me sorprendió era la receta que los médicos escribieron con el nombre de la fórmula", dijo la investigadora.
"No dijeron que debía dar (la fórmula) en vez de lactar, pero dijeron que, además de dar de lactar podría ser que el bebé necesitara esto, y así empieza el ciclo", anotó.
Al hacer las entrevistas a los médicos y personal de salud, la investigadora confirmó que "muchos de los representantes de las empresas de fórmula entran hasta las postas de salud" para reunirse con los galenos.
"Siempre pensé que estaban yendo hasta el hospital María Auxiliadora, pero me sorprendió que también me contaron que esas personas entran en las postas chiquitas, en los centros de salud, hablan con los médicos, que realmente debe ser algo que no es legal", manifestó.
Los promotores de las empresas "no vienen y dicen que van a pagar plata directamente, pero a veces compran almuerzo, invitan a un congreso, dejan la formula gratuita para que los médicos lo den, o dan otras cosas de promoción, como calendarios", expresó Rothstein.
La lactancia materna exclusiva es la mejor opción para los niños hasta los seis meses de edad por los beneficios para su salud, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese sentido, Perú prohibió en 1982 que las empresas promuevan la leche de fórmula a través de los centros de salud y la lactancia materna se mantuvo al alza.
Rothstein remarcó que su trabajo sugiere que los políticos peruanos necesitan tomar medidas urgentes para detener los comportamientos poco éticos que documentan en el estudio.
Del total de la muestra, 73 madres (34,1 %) recibieron una recomendación verbal para el uso de la fórmula y 51 de ellas recibieron incluso una receta escrita con el nombre del producto.
Veinte de esas recetas (39,2 %) fueron entregadas a madres con sus recién nacidos antes de salir del hospital o centro de salud en el que dieron a luz, y otras diez (19,6 %) las recibieron en la primera semana de vida del infante, reveló el estudio.
Las madres entrevistadas eran mujeres con educación secundaria, cuatro de ellas menores de 18 años, y todas habían sido atendidas en el hospital María Auxiliadora o en pequeñas postas y centros de salud de Villa El Salvador.
Tras visitar el centro de salud, "las mamás reciben una recomendación del médico de esa fórmula y ahí empieza el ciclo de que tienen que dar la fórmula a los bebés, porque no tienen tanta leche materna", afirmó la investigadora.
Sin embargo, las madres se quejaron en las entrevistas del estudio de las dificultades económicas que afrontaron por darle una leche de fórmula costosa a sus hijos.
"Eso es lo que al final me enojó porque vi que los médicos recomiendan la fórmula cara y la mamá, como el médico es Dios, piensan que tienen que comprar eso, hasta que no pueden y de ahí cambian" por alguna leche de vaca en polvo, señaló Rothstein.
El estudio, llevado a cabo por la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, busca llamar la atención de las autoridades, que deciden dónde invertir los fondos de salud pública, sobre este problema para la salud y nutrición de los recién nacidos en zonas vulnerables.
La investigadora afirmó que "lo que ha pasado es que las empresas ya no están incrementando su mercado, entonces están haciendo su márketing con las comunidades pobres".