El procurador general de la República posiblemente jamás imaginó que el avispero que levantaría con su "anónimo" sería tan trascendente para la vida cotidiana de las personas. Una estrategia que salió al revés.
Hacía mucho tiempo que no observaba el clamor popular y colectivo que le siguió a este hecho, y resulta notorio también porque ha trascendido al plano de lo jocoso. En un ambiente académico escuché decir sobre las evaluaciones a profesores: "Esto sí es anónimo, no como otros"; y todos rieron. El chiste se explica por sí solo. Días después en una fila de un banco alguien hizo una alusión al tema: "Aquí sí somos anónimos, nos conocemos todos"; igual las risas fueron espontáneas.
Los grandes maestros nos han enseñado siempre sobre la base de refranes de la cultura popular, del humor, y por esto tienen tanta relevancia estas referencias ingeniosas para referirse a un hecho tan bochornoso para la sociedad y para quienes estaban sentados en el Consejo Nacional de la Magistratura ese nefasto día.
Los juristas que han opinado piensan que se violaron los reglamentos y leyes que amparan el proceso de evaluación de los actuales jueces de la Suprema Corte de Justicia, pero ese es un tema aparte.
Las evidencias que se muestran en el video, tanto en la forma como en el fondo, en materia de comunicación estratégica sí nos dejan lecciones clave. El desempeño ante una crisis muestra cómo los líderes toman la iniciativa para superarla, y en este tipo de crisis lo indicado es hablar francamente y tomar la responsabilidad de los propios actos.
En el caso que nos ocupa, el protagonista leyó unas disculpas públicas, pero no mostró la intención real en sus palabras, y lejos de percibirse comprometido con el pedido de excusas, hizo lo que para muchos fue un ejercicio de soberbia. Cuando se utiliza la estrategia del perdón lo que se busca es apelar a la compasión por parte de la ciudadanía, pero el procurador logró el efecto contrario.
Las audiencias no perdonan este tipo de expresiones y, sobre todo, no las olvidan.
Julio César Herrero y José Pedro Marfil explican la importancia de pedir perdón: “Una disculpa puede ser una herramienta positiva en comunicación política de cara a mostrar liderazgo e interés por el mantenimiento de una relación”; pero también analizan cómo debe ser una disculpa para que resulte efectiva y, en primer lugar, el camino es la credibilidad.
Es muy importante conocer y tomar en cuenta todas las estrategias y tácticas para manejar la comunicación en tiempos de crisis, pero más relevante es aun la honestidad como base para construir ese intangible que se materializa en hacerla creíble.
Ninguna estrategia es más poderosa que la honestidad, y en todas las crisis esta es la lección pendiente.
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