España levanta este lunes la restricción de las actividades económica no esenciales, por lo que cientos de miles de trabajadores se reincorporan a sus puestos, en medio del debate entre políticos, sindicatos y científicos, por el posible riesgo de repunte de la pandemia de coronavirus al aumentar la movilidad.
Según los últimos datos oficiales, en España se han registrado 166.019 casos desde el comienzo de la pandemia, y el ritmo de crecimiento es del 2,6 % y la cifra de fallecidos asciende a 16.972, un 3,8 % más en 24 horas.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, insistió ayer en una comparecencia pública en que el retorno de la actividad de este lunes no supone un relajamiento de las medidas de confinamiento decretadas el pasado 14 de marzo y que el país no entra en la fase de desescalada de esas medidas.
Para este fin, el Gobierno anunció el reparto de un total de 10 millones de mascarillas en puntos logísticos de toda España entre aquellas personas que tengan que desplazarse para trabajar en medios de transporte, donde es más complejo mantener la distancia de seguridad.
Además, agentes de policía vigilan que trenes y autobuses no excedan en número de viajeros para que puedan mantener esa separación.
Se han decretado también medidas de distanciamiento para el trabajo en las empresas, y en la construcción se prohíbe la actividad si la obra tiene lugar en edificios ya habitados, para evitar el contacto entre trabajadores y vecinos.
Las imágenes de la Dirección General de Tráfico mostraban hoy carreteras despejadas y accesos a las grandes ciudades con muy pocos vehículos y lo mismo ocurría en las principales estaciones de metro de Madrid.
Además, la vuelta a la normalidad será escalonada porque hoy es festivo en ocho de las diecisiete regiones españolas, entre ellas Cataluña, por lo que otras grandes ciudades como Barcelona, están sin actividad.
Sin embargo, esta reanudación de la actividad ha sido criticada pero algunos presidentes regionales, como el catalán Quim Torra, quien este domingo consideró "una temeridad y una imprudencia absoluta" levantar algunas restricciones ahora.
También diferentes portavoces sindicales han cuestionado esta medida por el riesgo que supone para los trabajadores, mientras que desde la principal organización empresarial (CEOE), consideran que "es positivo" que se retome la actividad, siempre pendientes de la seguridad.