El presiente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha insistido este lunes en que ya había advertido de que "abriría la puerta" a los refugiados hacia la Unión Europea si esta no contribuía más en la asistencia a los millones de desplazados de la guerra de Siria que acoge Turquía.
"Ya había dicho antes que abriríamos la puerta si ellos no compartían la carga de los refugiados. Tenemos cuatro millones de refugiados (…). Como sabéis, abrimos la frontera y ahora, uno tras otro, he comenzado a recibir llamadas" (de líderes de la UE), dijo Erdogan en un encuentro con ONG de Turquía.
Erdogan tiene previsto reunirse hoy con Boiko Borisov, primer ministro de Bulgaria, país fronterizo con Turquía, y anunció que conversará por teléfono con Angela Merkel, canciller de Alemania.
Turquía anunció el pasado viernes que ya no podía evitar que los refugiados que viven, en algunos casos desde hace años, en su territorio trataran de cruzar hacia Europa, lo que provocó que decenas de miles de personas se hayan trasladado hacia la frontera con Grecia.
Pese a los rumores de que los pasos se abrirían, a menudo propagados por las propias autoridades turcas, Grecia ha mantenido cerrada la frontera y rechaza con violencia a quien trata de cruzarla.
Así, miles de sirios, pero también iraquíes, palestinos y somalíes, han quedado atrapados entre los dos países.
El anuncio turco llegó después de que 33 de sus soldados murieran el viernes en un bombardeo de las fuerzas Sirias en Idlib, el último bastión donde milicias islamistas, apoyadas por Ankara, resisten al régimen de Bachar al Asad, respaldado por Rusia.
El próximo jueves, Erdogan se reunirá con el presidente ruso, Vladímir Putin, para analizar la situación en Idlib.
"Espero que lograremos resultados, un alto el fuego o algo", señaló Erdogan sobre esa reunión.
De esa forma, Ankara espera presionar a la UE para que aporte más dinero a la atención de los cientos de miles de refugiados sirios que viven en Turquía, en algunos casos desde hace años, y para que apoye su campaña militar en Siria.
Turquía y la UE firmaron en 2016 un acuerdo para que Ankara evitara la llegada de refugiados y migrantes a suelo comunitario, a cambio de 6.000 millones de euros para atender sus necesidades.
Erdogan ha amenazado en numerosas ocasiones con dejar salir a los refugiados y ha denunciado que su país no ha recibido todo el dinero prometido.
La UE, por su parte, argumenta que estas ayudas no van directamente a Turquía sino a proyectos concretos para los refugiados sirios en Turquía, por lo que los pagos dependen de la ejecución de esos programas.