El Consejo de Administración de la fabricante brasileña de aeronaves Embraer ratificó hoy la aprobación del acuerdo suscrito con la estadounidense Boeing, el cual prevé la creación de una nueva empresa de aviación civil.
El Consejo de Administración de la compañía se pronunció después de que el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, diera la víspera luz verde a la fusión entre los dos gigantes aeronáuticos.
La alianza necesitaba el aval del Gobierno, pues ostenta una "acción dorada" con derecho a veto que se guardó cuando en 1994 privatizó Embraer, que hoy es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y líder en el segmento de aeronaves para vuelos regionales.
Tras reunirse con algunos de sus principales ministros, Bolsonaro aseguró que no ejercerá el poder de veto al considerar que la "soberanía e intereses de la Nación están preservados", después de algunas semanas de incertidumbre tras las dudas levantadas por el presidente.
El Gobierno destacó en un comunicado que, en base al acuerdo, los empleos actuales serán mantenidos en Brasil, una cuestión que ha había sido puesta sobre la mesa por los sindicatos de la compañía brasileña.
Según el acuerdo, Boeing será la controladora con el 80 % de la participación, mientras Embraer queda con el 20 % de la nueva sociedad.
Asimismo, las compañías también acordaron desarrollar el avión de carga militar KC-390, a través de una segunda compañía dedicada a la promoción y desarrollo de nuevos mercados en el área de defensa.
Con la luz verde del Gobierno brasileño, la "asociación estratégica" será sometida a la aprobación de los accionistas, de las autoridades reguladoras, así como a "otras condiciones pertinentes a la conclusión de una transacción de esta clase", según recoge el acuerdo.
En caso de que las aprobaciones se desarrollen dentro de los plazos previstos, la expectativa es que las negociaciones, que se arrastran desde hace un año, sean concluidas a finales de 2019.