Narciso Isa Conde | Foto: Kelvin de la Cruz
Danilo Medina y su claque (alcancías, bóvedas, mecanismos de enriquecimiento ilícitos… incluidos), están empecinados en quedarse y tienen razones de “pesos y dólares” para actuar de esa manera. También adición a un poder acompañado de una dictadura institucionalizada, que perfeccionó Leonel para “blindar” más aun el sistema de corrupción e impunidad.
Lucía Medina, hermana del Presidente, expresó la ambición colectiva morada con poca inteligencia y mucho descaro, al referirse a las condiciones creadas para “perpetuarse” en el p0der.
Esa “línea” es expresión de uno de los continuismos: reelección presidencial, reelección de quienes logren -a base de papeletas sucias, arrastre del Estado corruptor, patrimonialismo y trampas- quedarse; reelección, en fin, del partido morado ahora bajo control de danilismo y acompañamiento de sus partiduchos-sanguijuelas.
Hay señales, pues, de que si es por poder en el partido, Congreso y Estado, esa vertiente del reeleccionismo tiene asegurada la “reforma constitucional” que derogue el “nunca jamás” y facilite la re-postulación.
Luego vendría el tema de imponer la reelección.
Adversidades para el danilismo
Los factores adversos podrían ser:
1.-Un eventual veto categórico del poder imperialista estadounidense y de importantes componentes del gran capital local e iglesias radicadas aquí. Y eso, que está todavía por verse, podría obligarlo a desistir de ella y a inclinarse a pactar el relevo.
2.-La eventual determinación del leonelismo de salirse y dividir al PLD, que si bien no sirve para impedir la re-postulación (en el caso de que los votos congresuales estén ya comprados), si le crearía un gran obstáculo a la posibilidad de imponer su reelección; aumentando a la vez la probabilidad de que una alianza opositora, también de derecha y también garantía de continuidad del sistema de dominación, logre colarse.
El “quedarse” de Danilo Medina, aunque es una posibilidad fuerte, no está totalmente asegurado.
¿Y el leonelismo?
Ahora bien, Leonel y sus leonelistas insisten en “volver”: modalidad del corrupto reeleccionismo peledeista con poca posibilidad de avanzar, luciendo ya bloqueada para el 2020.
Por el veto de la mayoría danilista al interior del PLD.
Por la decisión de importantes componentes del “Gobierno Profundo” de EEUU, develada recientemente por Jaime Bayly.
Por la alta tasa de rechazo nacional.
Por la dificultades que le generan las ambiciones de Margarita en contraposición a las propias ya las de Danilo.
Todo indica, por tanto, que esa facción puede verse obligada a pactar en condiciones desventajosas, quedándose en el PLD; o a romper y salirse del PLD, sin posibilidad de ganar, aunque sí de impedir que el danilismo y su PLD se queden.
Margarita quiere colarse
Tanto las dificultades de Danilo como las de Leonel le dan sentido tanto al “perder perder” de Margarita como al pacto interno, aun con esta aguda confrontación entre ambos mandos.
Esa “tercera vía” no es otra cosa que otra variante del reelecionismo de la corrupta corporación morada con un rostro femenino, menos tasa de rechazo y menos poder político-económico, y más posibilidades de quitarle temporalmente presión a una olla que tiende a estallar.
Cualquiera de esas variantes puede darse en ese escenario viciado: todas malas.
Y aun así pretenden que este pueblo, afectado por innumerables calamidades sociales, le haga el juego a ese circo de mal gusto y caiga en la trampa que se está fraguando. ¡Rebelémonos!
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