El presidente de Indonesia, Joko Widodo, visitó este miércoles por segunda vez la zona afectada por el seísmo de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que golpearon la isla de Célebes el 28 de septiembre causando más de 1.400 muertos y decenas de miles de afectados.
"¡Lo más importante tras una catástrofe es una respuesta rápida! Por esta razón, he nombrado a Jusuf Kalla para que dirija las operaciones de asistencia a las víctimas del terremoto y el tsunami en Célebes Central. Yo mismo regresé esta mañana a Palu y visité Donggala", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Kalla, de 76 años, vicepresidente de Indonesia, es un veterano político musulmán.
Widodo declaró a los periodistas en el área de Petobo, en Palu, que "la ayuda ha comenzado a llegar", y reveló que el presidente estadounidense, Donald Trump, le llamó anoche, según informó la agencia de noticias indonesia Antara.
En Petobo es donde hace dos días el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, dijo en una rueda de prensa en Yakarta que hay "cientos de víctimas" enterradas bajo el barro.
El mandatario indonesio, que buscará la reelección en las elecciones presidenciales para el próximo mes de abril, visitó por primera vez la zona de la catástrofe el domingo pasado.
La presencia de Widodo en Palu coincide con el restablecimiento del servicios de energía eléctrica en un 30 por ciento de esa ciudad de unos 350.000 habitantes y capital de la provincia de Célebes Central, declaró a Efe Sarjan Mokodomgan, empleado de la compañía estatal de electricidad, PLN.
También comenzó esta madrugada a distribuirse gasolina que llegó anoche en al menos una decena de tanques cisterna enviados por al empresa estatal Pertamina.
Las autoridades indonesias y diversas organizaciones locales e internacionales trabajan para hacer llegar ayuda humanitaria y asistencia médica a los afectados, incluidos los casi 800 heridos y más de 61.000 desplazados en campos de evacuados.
Mientras, los equipos de rescate siguen la búsqueda de supervivientes y víctimas, e intentan llegar a las zonas de más difícil acceso que quedaron bloqueadas por la destrucción causada por el seísmo y las avalanchas de barro que lo siguieron.
Estas zonas incluyen Petobo y el municipio Sigi Biromaru, ambas localizadas al sur de Palu, la ciudad más dañada por la catástrofe junto al municipio de Donggala.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.