Por: Alba Santandreu
Con Luiz Inácio Lula da Silva en la cárcel, el Partido de los Trabajadores (PT) se ha sumergido en el ostracismo tras perder las elecciones presidenciales de octubre y es objeto de duras críticas, inclusive de sectores de la izquierda, por el respaldo ofrecido al Gobierno de Nicolás Maduro.
El PT se ha recogido en los últimos meses ante el fortalecimiento del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ha asumido el poder con una oposición debilitada, la izquierda dividida y los movimientos sociales desmovilizados.
La ausencia del máximo líder del PT, preso desde abril por corrupción, ha dejado al partido con las manos atadas ante el avance en Brasil de una ultraderecha que estaba adormecida antes de las elecciones de octubre.
El excandidato presidencial del PT, Fernando Haddad, se ha mantenido en un segundo plano públicamente tras perder los comicios frente a Bolsonaro y prácticamente ha limitado su actuación política a las redes sociales, donde ha intercambiado constantes acusaciones con el ultraderechista.
Con Lula en prisión, desde donde ha comandado casi todo los movimientos del partido, y ante la ausencia de un nuevo líder en las calles, las riendas del partido las ha asumido la presidenta de la formación, Gleissi Hoffmann, quien ha alzado tímidamente la voz en un momento de silencio en el seno de la formación.
La senadora, sin embargo, ha sido también el centro de todas las críticas, especialmente después de que decidiera viajar a Caracas, en representación del PT, para la toma de posesión de Maduro.
Bolsonaro, a cuya investidura no acudieron los legisladores del PT por considerar al nuevo Gobierno "autoritario, antipopular y antipatriota", salió al paso de la polémica y retuiteó un mensaje de su hijo Carlos.
"Imagino lo que sería Brasil si hubieran ganado las elecciones (el PT). ¡Se engañan quienes creen que están muertos! Saben bien usarlos a todos para volver al poder", subrayó en las redes sociales el menor del clan Bolsonaro.
Las críticas también llegaron desde el seno de la propia izquierda, entre ellas de la excandidata presidencial Luciana Genro, una de las principales dirigentes del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
"Tan solo una izquierda enmohecida apoya a Maduro a estas alturas. Hace mucho tiempo que dejó de ser un Gobierno progresista", señaló Genro, quien recalcó que la izquierda terminará de hundirse en Brasil si insiste en apoyar al cuestionado presidente venezolano.
El PT también ha debido de sortear los dardos lanzados por el excandidato presidencial y exministro de Lula Ciro Gomes, quien busca convertirse en el principal líder de la oposición al nuevo Gobierno.
"¿Por qué no comparece a la toma de posesión de Jair Bolsonaro, elegido dentro de las reglas, reconocido internacionalmente, y después va a la investidura de Maduro, que la gran mayoría de los estados de la OEA no reconoce la legitimidad al régimen", cuestionó Gomes, tercer mejor colocado en las elecciones de octubre.
La relación entre el líder del Partido Democrático Laborista (PDT) y el PT se rompió por completo durante las elecciones de octubre, en medio de discrepancias a la hora de conformar alianzas de cara a los comicios.
Gomes ha sido duro contra la formación progresista y ha acusado al PT de "perder el norte" y de tener una excesiva dependencia en torno a la figura de Lula, quien cumple una condena a 12 años de prisión después de que las autoridades dieran por probado que recibió un apartamento en la playa a cambio de favores políticos ofrecidos a la constructora OAS.
Precisamente, la campaña por la libertad de Lula ha centrado en los últimos meses la agenda del PT, partido que gobernó Brasil durante 13 años y al que Bolsonaro acusa de ser la causa de todos los males del país.
"La cuestión central del país no puede ser de identidad o el salve Lula. Mientras la agenda sea esta, estamos haciendo exactamente lo que Bolsonaro quiere que hagamos. Él no hubiera ganada en ninguna hipótesis en el Brasil que yo conozco si no fuera por el antipetismo que el petismo cultivó", resumió Gomes, en una entrevista publicada recientemente por el diario El País.