El papa Francisco pidió este miércoles practicar la misericordia y hacer el bien en estos momentos "particularmente difíciles para todos", durante la audiencia general, de nuevo sin fieles para evitar contagios de coronavirus.
"Pidamos al Señor que, en este momento particularmente difícil para todos, podamos redescubrir dentro de nosotros su presencia que nos ama y nos sostiene, y de ese modo ser portadores de su ternura a cuantos nos rodean con obras de cercanía y de bien", dijo, en su saludo a los fieles de lengua española.
Francisco celebró de nuevo esta audiencia sin fieles, en el Palacio Apostólico y no en la plaza de San Pedro, para evitar las aglomeraciones, y estuvo acompañado solo por los prelados que leen su catequesis en varios idioma, separados prudencialmente entre sí.
El papa abordó la quinta Bienaventuranza, "Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia", un tema este muy presente en su pontificado e incluso en su lema pontificio.
De hecho Francisco, que acaba de cumplir siete años de papado, reconoció que en su primer Ángelus, en marzo de 2013, sintió el deber de "dar siempre este mensaje, todos los días".
Al término de la audiencia, el papa dijo que la iniciativa de oración "24 horas por el Señor" no podrá celebrarse en Italia y en los países más afectados por el coronavirus, pues se prohíbe toda manifestación pública, y pidió a los fieles afectados rezar por su cuenta.
Francisco lleva más de una semana retransmitiendo sus misas y audiencias para evitar la propagación del coronavirus, que en Italia ya ha contagiado a 31.506 personas y causado la muerte a 2.504.
Por ejemplo emite la misa matutina en su residencia privada, la Casa Santa Marta, para acompañar a las personas en cuarentena. Hoy recordó en su homilía a los médicos y trabajadores sanitarios muertos en la lucha contra el coronavirus en los hospitales.
"Recemos por los difuntos, aquellos que a causa del virus, han perdido la vida. En modo especial querría que recemos por los trabajadores de la salud, han muerto en estos días, han dado su vida por el servicio a los enfermos", reconoció el papa.
Además, este miércoles el pontífice aparece en las páginas del diario "La Repubblica", en una entrevista en la que asegura que en estos días de aislamiento y cuarentena "podemos redescubrir los pequeños gestos de cercanía hacia personas cercanas, una caricia a los abuelos, un beso a nuestros niños, a las personas que amamos".
"Son gestos importantes, decisivos. Si vivimos estos días así no serán un desperdicio. Comprender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro. Hay gestos mínimos que a veces se pierden en el anonimato de la cotidianeidad. Un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica", refirió.
Pues a su juicio a menudo las personas viven una comunicación "solo virtual".
"Debemos sin embargo descubrir una nueva cercanía, una relación concreta hecha de atenciones y paciencia", dijo, para después advertir de la frecuente falta de comunicación en las familias.
"A veces en casa se come en un gran silencio que sin embargo no tiene que ver con una escucha recíproca, sino porque los padres ven la televisión y los hijos están con el teléfono. Son como muchos monjes aislados el uno del otro, no hay comunicación", lamentó.