El papa Francisco afirmó hoy miércoles que "para salir de la pandemia, tenemos que encontrar la cura no solamente para el coronavirus, sino también para los grandes virus humanos y socioeconómicos", durante la catequesis de la audiencia general celebrada en el patio de San Dámaso.
El papa Francisco abordó, cómo lleva haciendo en los últimos miércoles, el tema de un "mundo que sufre por un malestar que la pandemia ha evidenciado y acentuado".
E instó a "regenerar la sociedad y no volver a la llamada "normalidad", porque esta normalidad estaba enferma de injusticias, desigualdades y degradación ambiental".
Según EFE, antes de la audiencia el papa, sin mascarilla, se acercó a los cerca de 500 fieles que entran en este patio en el interior del palacio pontificio donde se ha decidido celebrar este acto para evitar grandes aglomeraciones, para dialogar con algunos de ellos y bendecir los objetos personales.
En su catequesis afirmó que: "un pequeño virus sigue causando heridas profundas y desenmascara nuestras vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales" y que "ha expuesto la gran desigualdad que reina en el mundo: desigualdad de oportunidades, de bienes, de acceso a la sanidad, a la tecnología, etc."
De igual forma, agregó que estas injusticias "no son naturales ni inevitables" y que la causa es "un modelo de crecimiento desprendido de los valores más profundos".
Por esto, el papa señaló, "para salir de la pandemia, tenemos que encontrar la cura no solamente para el coronavirus, sino también para los grandes virus humanos y socioeconómicos. Y ciertamente no podemos esperar que el modelo económico que está en la base de un desarrollo injusto e insostenible resuelva nuestros problemas".
Y pidió no confiar en los que llamó "falsos profetas" que "siguen prometiendo el efecto cascada que no llega nunca".
Sugirió entonces "a trabajar con urgencia para generar buenas políticas, diseñar sistemas de organización social en la que se premie la participación, el cuidado y la generosidad, en vez de la indiferencia, la explotación y los intereses particulares".
"Una sociedad donde se respeta la diversidad es mucho más resistente a cualquier tipo de virus", aseveró el papa Francisco.