Por: Patricia de Arce
El papa recibió este sábado en el Vaticano al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en un encuentro con mayor calado político que de costumbre en el que el pontífice pidió a Sánchez "construir la patria con todos" y le alertó del peligro de las ideologías que "desfiguran" dicha patria.
La visita de Sánchez al Vaticano se produce en un momento muy delicado para España -y con una elevada tensión política- debido a la segunda ola de la pandemia, que podría llevar al Gobierno a declarar de nuevo el estado de alarma, como le están pidiendo ya varias comunidades autónomas.
Acompañado de su esposa, Sánchez ha llegado con anticipación esta mañana -algunos minutos antes- y ha pasado en el Vaticano dos horas, en las que además de la audiencia con el papa, que ha durado 35 minutos, se ha reunido con el secretario de Relaciones con los Estados, el Arzobispo Paul Gallagher.
Ha tenido lugar en este tiempo también el encuentro de Francisco con la delegación española, momento que el pontífice ha aprovechado para hacer un inusual discurso en este tipo de visitas.
Francisco ha reconocido ante Sánchez la "difícil misión" de un gobernante para "hacer progresar el país, consolidar la nación y construir la patria" y ha subrayado: "construir la patria con todos".
"Es bastante trabajo, no es fácil, transmítalo a los miembros de su Parlamento, lo que piensa el papa de esto", le ha dicho el papa a Sánchez, quien hace tan solo dos días salía airoso de la moción de censura presentada por Vox que fue rechazada por el resto de partidos.
También lanzó el papa en este discurso de varios minutos otro aviso a Sánchez. El del riesgo que corre un país cuando lo dominan las ideologías. "Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria", dijo.
Ante Sánchez y quienes le han acompañado al Vaticano, el papa también ha dicho que la política es una forma "muy alta" de "caridad" y es cuestión "de servicio y "no de maniobras".
Con un mensaje de cariño se ha despedido el papa de Sánchez y la delegación española. "Me gratifica mucho (la visita) y les pido por favor que recen por mí. Y los que no rezan porque no son creyentes al menos mándenme buena onda que me hace falta", les ha dicho.
El de este sábado ha sido el primer encuentro entre Francisco y Sánchez, quien se refería hace unos días al pontífice como una "figura inspiradora incuestionable".
El multilateralismo que Sánchez siempre defiende para abordar los problemas de este tiempo, la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas, la migración y la educación han sido las cuestiones que, según ha subrayado Moncloa, han abordado el pontífice y el presidente.
Después ha tenido lugar la reunión con Gallagher. Lo habitual en este tipo de visitas es que el jefe de Gobierno se reúna con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, pero en esta ocasión no ha sido posible porque Parolin tenía compromisos previos, según fuentes vaticanas.
Según ha informado el Vaticano después, en la reunión con Gallagher se ha subrayado la necesidad de que haya un "diálogo constante" entre la Conferencia Episcopal Española y el Gobierno.
No habla dicho comunicado de las cuestiones concretas en la relación entre la Iglesia y el Gobierno que se han podido hablar en este encuentro y sólo señala que se han discutido asuntos de "interés común".
De esta forma no ha trascendido si Gallagher y Sánchez han hablado de temas espinosos en dicha relación como la enseñanza de la religión en el sistema educativo, la ley para regular la eutanasia que planea el Gobierno o la reforma de la regulación del aborto que también está sobre la mesa.
Sí han hablado ambos, como Sánchez antes con el papa, de cuestiones internacionales como la emergencia sanitaria actual, el proceso de integración europea y las migraciones.
La lluvia deslució la llegada de Sánchez esta mañana al patio de San Dámaso, el mismo lugar del que el presiente ha partido después con la guardia suiza -que a la llegada estaba en los soportales- en formación para despedirlo.
Ha sido el final de una jornada marcada también por la solemnidad y el protocolo, en la que no ha faltado el intercambio de regalos: Un facsímil del Libro de Horas del obispo Juan Rodríguez de Fonseca por parte de Sánchez al papa, y un bajorrelieve en bronce y la copia de sus documentos del pontífice al presidente del Gobierno.
El papa también ha regalado a Sánchez su mensaje de la paz de este año.
La visita ha dejado por otra parte una imagen chocante en este momento, la de todos los protagonistas de esta visita -anfitriones e invitados- sin mascarillas. Algo habitual, no obstante, en el papa, que nunca la lleva puesta en el Vaticano.
Fuentes de Moncloa han justificado la retirada de las mascarillas al subrayar que han seguido las instrucciones del Vaticano y que así ha sido el protocolo.