El papa Francisco pidió ayer viernes el compromiso de todas las confesiones cristianas ante un mundo desgarrado "por la guerra, el odio, el nacionalismo y la división", en su discurso a la delegación ecuménica de Finlandia.
"En un mundo desgarrado por la guerra, el odio, el nacionalismo y la división, la oración común y el compromiso por una mayor justicia no se pueden posponer. Estas son omisiones que no podemos permitirnos", clamó.
Recordó que ayer inició la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, y que este año se enfoca en el versículo bíblico "Traten de ser verdaderamente justos".
"Está en plural y nos recuerda que la justicia no se puede hacer sola: se pide y se busca la justicia todos juntos", señaló.
El papa confió además en que el "testimonio común de oración" entre los cristianos "dará sus frutos".
Para el pontífice, muy comprometido en crear lazos con el resto de cristianos, "el compromiso común en favor del ecumenismo es una exigencia esencial de la fe que profesamos, un requisito que proviene de nuestra propia identidad como discípulos de Jesús".
"Como han subrayado constantemente varios pontífices, se trata de un camino desde Concilio Vaticano II en adelante, y que es irreversible", agregó.
Añadió que "las cuestiones teológicas y eclesiológicas" que aun los alejan de la total unidad "se resolverán solo durante este viaje común, sin forzar nuestra mano y sin prever cómo y cuándo ocurrirá esto". EFE