Unos 50 dueños de "oldtimers" Melkus RS1000, el coche de carrera de culto de la extinta República Democrática Alemana (RDA), celebraron su 50 aniversario junto a cientos de visitantes en el Museo del Transporte de la ciudad de Dresde en el este alemán.
Chato como una platija y con puertas alas de gaviota, el Melkus RS1000, que lleva como nombre el apellido de su creador, el piloto alemán Heinz Melkus, sigue llamando la atención hoy en día.
"Estoy completamente sorprendido", declaró su hijo Peter Melkus en referencia al interés que provocó el encuentro en Dresde.
En 1969, Heinz Melkus presentó en público el único coche de carrera de la RDA con matrícula de circulación. Hasta 1979, 101 de estos automóviles se fabricaron artesanalmente en su taller de Dresde.
Melkus fue un piloto conocido en las décadas de 1950 y 1960. A lo largo de su trayectoria ganó 80 de aproximadamente 200 carreras, obtuvo seis títulos en los campeonatos de la RDA y se llevó tres veces la "Copa de la Paz y la Amistad", la competencia de los países del bloque oriental.
Un Lotus que pasaba lo inspiró durante un viaje a la antigua Yugoslavia para la idea del RS1000, cuya fabricación no resultaba una tarea sencilla en el sistema de economía planificada de la RDA.
Pero como jefe de una brigada de desarrollo socialista, con motivo del 20 aniversario de la república logró desarrollar y producir el vehículo deportivo para cerrar una brecha en la oferta de coches, según se indicó en ese momento.
Mayormente el coche se componía de piezas de repuesto disponibles en el mercado. El motor y el chasis procedían del vehículo Wartburg 353.
En su presentación estándar, el RS1000 de unos 700 kilogramos de peso, derivado del coche de carreras, debía alcanzar los 75 CV y unos 165 kilómetros por hora. En tanto, la versión de carrera ofrecía unos 100 CV y unos 200 kilómetros por hora.
El biplaza llamaba la atención sobre todo por su posición extremadamente baja -solo tenía diez centímetros de distancia desde el suelo- y por las puertas abatibles que se abrían hacia arriba, exhalando extravagancia italiana.
Costaba casi 30.000 marcos de la RDA, unidad monetaria del este alemán hasta 1990, y sus dueños debían comprobar "actividad vinculada con las carreras". "Mi padre quiso darle impulso a las carreras de coches en la RDA", explicó Peter Melkus. La producción cesó en 1979.
En 2006 se reinició la producción de la mano de Peter Melkus. Desde entonces se fabricaron unos 45 coches de acuerdo con los planes originales. El hijo de Melkus indicó que cada año se manufacturan entre dos y tres de estos vehículos y añadió que ya no hay falta de piezas originales.
El precio para un nuevo coche es de alrededor de 90.000 euros (algo más de 99.000 dólares).
Melkus indicó que sus libros de pedidos están colmados hasta 2023. Añadió que actualmente se registran alrededor de 120 RS1000 transitando por las calles o en los garajes de los coleccionistas.