Por Cristina Cabrejas
El hombre de confianza del papa para investigar los abusos a menores por parte del clero y miembro del comité organizador de la histórica reunión para la protección de menores, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, explica en una entrevista con EFE que considera que ha llegado el tiempo de dar Justicia a las víctimas.
Scicluna recibe a EFE en una pausa de los preparativos de la reunión sin precedentes convocada por Francisco del esta semana y aunque reconoce que en tres días "no se va a resolver el problema", defiende la importancia de la convocatoria de este encuentro.
"Servirá a que se reconozca que los pastores tenemos una responsabilidad muy grande, tenemos que ser responsabilizados y no solo tomar conciencia de la gravedad de estos casos (de abusos) sino también del deber muy importante que tenemos para dar Justicia a las víctimas", asegura.
Desde hace pocos meses, Scicluna ha regresado al despacho de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, como secretario adjunto por decisión del papa Francisco y desde donde podrá seguir las causas que llegan sobre abusos.
Todo un gesto de Francisco que ha querido dentro del Vaticano al implacable investigador de los abusos y encubrimientos del clero en Chile y de los crímenes cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano ya fallecido Marcial Maciel.
Reconoce a EFE la importancia de la reciente expulsión del sacerdocio del excardenal y arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, pero admite que no basta.
"Ha llegado el tiempo de que pasemos de las normas, que ya existen, como la que prevé la denuncia de los obispos que muestren un comportamiento negligente, a hacer Justicia", señala el arzobispo.
Para Scicluna no hay alternativa: "Afrontar de cara los casos que existen, las denuncias y tomar los necesarios procedimientos", explica.
"No hay misericordia sin Justicia", afirma con decisión.
El religioso maltés explica que con la reunión, el papa "quiere asegurarse que todos somos conscientes de la necesidad de dar una respuesta creíble a las denuncias y a los casos concretos y de crear líneas guías claras de salvaguardia en todas las comunidades".
Explica que del 21 al 24 de febrero se insistirá en que "la transparencia es necesaria porque el pueblo de Dios tiene que saber cuáles son los protocolos, cuál es la ley, qué hay que hacer para proteger, a quién se tiene que acudir para denunciar y cuales son los derechos de las víctimas".
Asimismo indica la necesidad de remarcar "el deber de colaborar con las autoridades civiles".
Para el obispo maltés, esta inédita reunión, en la que participarán unas 190 personas, entre ellos 114 presidentes de Conferencias Episcopales de todo el mundo, servirá para retomar el camino en la lucha contra los abusos "con más ímpetu, mas conciencia y con mas determinación".
Aunque será "esencial" – señala – que a esta experiencia sigan iniciativas en casa país "para que den los frutos necesarios".
Revela Scicluna que la mayor parte de las denuncias que llegan a la Congregación para la Doctrina la Fe son en lengua española.
Esto se explica, apunta, porque "la mayor parte de católicos en el mundo habla español" pero también "es una señal que en el mundo eclesial latinoamericano y español hay un despertar de la conciencia de tener que responder de manera justa a las denuncias".
El arzobispo ha querido recibir mañana junto al comité organizador un grupo de una docena de víctimas entre ellas el español Miguel Hurtado, quien denunció al monje de la abadía de Montserrat Andreu Soler, así como al chileno Juan Cruz, entre otros.
"Hemos sentido la exigencia de escucharlos, de atender a sus frustraciones, a sus expectativas y también la expresión de su desilusión", apunta y reconoce que tienen toda la razón para estar enfadados con la Iglesia.
Aunque Francisco ha pedido que se rebajen la expectativas de la reunión, Scicluna se daría por satisfecho si tras esta cumbre todos los obispos, "como un corazón solo, salgan con la misma determinación para acabar con los abusos que tiene el papa".
"Que todos salga con la decisión de ofrecer un porto seguro a nuestra gente", espera.