El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que no realizará detenciones rutinarias de inmigrantes indocumentados en los lugares de vacunación contra la covid-19.
"Es un imperativo moral y de salud pública garantizar que todas las personas que residen en los Estados Unidos tengan acceso a la vacuna", anunció el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) en un comunicado.
Así mismo, alentó a todas las personas, "independientemente de su situación migratoria", a vacunarse contra la covid-19 cuando reúnan los requisitos según las pautas de distribución en sus ciudades.
La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (Fema) ha anunciado el establecimiento de centros de vacunación temporales que ayuden a las clínicas y los hospitales a administrar las vacunas.
El DHS tiene una política que prohíbe al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizar arrestos en "lugares sensibles", incluidos los hospitales, clínicas de salud y consultorios médicos, excepto en "circunstancias más extraordinarias".
Los puntos de vacunación son considerados "lugares sensibles", por lo que quedan fuera del ámbito de aplicación de las medidas de represión de la inmigración ilegal, según el comunicado.
Los grupos defensores de los inmigrantes han expresado su preocupación porque los indocumentados eviten vacunarse por el temor a ser detenidos, lo que puede significar el mantenimiento de un peligro para el resto de la población.
Actualmente, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos registra un total de 26,1 millones de casos de coronavirus y más de 440.000 muertos, con lo que se mantiene con gran diferencia como el país con una mayor incidencia del mundo.
Tan solo en enero se registraron 90.000 muertes, lo que supuso un récord de fallecimientos en un mes desde el comienzo de la pandemia.