El expresidente mexicano Vicente Fox (2000-2006) renunció a los escoltas oficiales encargados de garantizar su seguridad con el objetivo de que el Gobierno se ahorre los recursos de esta protección, informó este jueves el propio exmandatario.
"Dada la difícil situación en el país, he resuelto la manera de atender directamente mi seguridad, la de mi familia y las instalaciones", expresó Fox en una carta enviada el 29 de julio al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
En la misiva, el expresidente pidió "eliminar la seguridad proporcionada" y agradeció los servicios prestados por los escoltas, quienes el pasado 1 de agosto ya dejaron de trabajar para él.
"El país necesita mayor apoyo económico y de protección para combatir los elevados niveles de criminalidad", expresó este jueves Fox a través de Twitter, red social donde publicó la carta enviada al secretario de la Defensa Nacional.
En septiembre pasado, el Congreso mexicano votó para retirar escoltas a expresidentes, quienes en algunos casos contaban hasta con 80 personas para su cuidado y servicio.
Pero en abril, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, garantizó protección a los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón (2006-2012), ambos del derechista Partido Acción Nacional (PAN).
La decisión la tomó luego de que Fox denunció dos días antes que un comando armado intentó ingresar a su casa y responsabilizó de su seguridad al actual presidente.
Además, Calderón le envió una carta en la que aseguró no tener recursos para pagar su seguridad y la de su familia.
"Entiendo que, para algunos, los expresidentes debemos contratar por nuestra cuenta de tal protección. Es posible que algunos expresidentes estén en una situación de solvencia económica que no tengan ningún problema para hacerlo. No es mi caso", expuso Calderón.
Al asumir la Presidencia el 1 de diciembre, López Obrador suprimió el Estado Mayor Presidencial, un cuerpo militar encargado durante décadas de la protección de los presidentes mexicanos.
El mandatario izquierdista optó por rodearse de un reducido de cuerpo diez mujeres y diez hombres civiles para protegerle.