La COVID-19 afectó con saña a buena parte del sector de la cultura, con el cierre y posterior limitación de cualquier espacio de concentración de espectadores o consumidores de productos artísticos, lo que se traduce en millonarias pérdidas económicas y de empleo en España.
Pero mientras la música, el arte, el cine o la gastronomía vieron despeñarse sus cifras, las excepcionales circunstancias favorecieron manifestaciones culturales que se pueden practicar en casa como la lectura, la televisión o los videojuegos.
En todo caso, el lema de "la cultura es segura" se demostró cierto: Sanidad solo tuvo conocimiento de siete brotes en actividades culturales con 73 contagios, según datos remitidos a Efe.
Por el momento, las pérdidas del sector de la música en vivo podrían superar los 1.200 millones de euros (1.400 millones de dólares), según estimaciones de la federación nacional Es Música. Si se mide el impacto indirecto, especialmente en la hostelería, sus cálculos se elevan a más de 7.000 millones de euros (8.300 millones de dólares).
La Unión de Músicos Profesionales afirmó en noviembre que tres de cada cuatro profesionales en activo habían reducido su actividad más del 90 % y un 75 % tampoco tenía ningún concierto en previsión para la primera mitad de este año.
En la producción audiovisual no hay un cómputo de pérdidas, pero entre marzo y agosto de 2020 el parón fue total. En agosto se retomaron los rodajes, pero con un sobrecoste de alrededor de un 15 %, indicó a Efe Emma Lustres, productora de Vaca Films y miembro de la Asociación Estatal del Cine (AEC), sobre todo por pruebas PCR, limpieza y personal de sustitución.
En la exhibición, los ingresos en taquilla en 2020 cayeron más del 72 %, aunque el cine español salió relativamente mejor parado (cayó un 55 %). A día de hoy más de la mitad de los cines permanecen cerrados por la pandemia.
El teatro vive una "situación crítica", según el productor teatral y presidente de la Academia de Artes Escénicas de España, Jesús Cimarro.
El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), del que dependen el Centro Dramático Nacional y el Ballet Nacional de España, entre otros, registró una caída del 64, 75 % %, y en el sector teatral privado, un ejemplo de la situación es el cerrojazo a los musicales de la Gran Vía de Madrid.
Los museos españoles sufrieron un desplome del 70 % de visitantes en 2020, nada visto desde tiempos de la guerra civil (1936-1939). La cifra se traduce en pérdidas millonarias en caso de los grandes museos y en cuestión de supervivencia para los más pequeños. Como ejemplo, el Museo Del Prado perdió cerca de 20 millones de euros (24 millones de dólares) en 2020.
El sector del libro no salió tan mal parado e incluso en algunos géneros, como literatura y ensayo, registraron un ligero incremento en ventas, aunque sí se produjo un desplome de cerca del 50 % en las exportaciones. La pandemia no permitió la celebración de dos grandes citas para el sector, Sant Jordi en Barcelona y la Feria del Libro de Madrid.
Una época dorada está viviendo el sector audiovisual televisivo español: el "quédate en casa" hizo que en los últimos meses se lograra récords de audiencia (especialmente en los meses más duros de confinamiento) y aumentara el consumo promedio (7,5 % de media en 2020, según la consultora Barlovento).
La televisión en abierto gozó de buenos datos y las plataformas de vídeo bajo demanda tuvieron un fuerte aumento de suscriptores, y se lanzaron a una lucha por producir series y películas propias.
El sector de los videojuegos tampoco dejó de crecer, pese a retrasos en lanzamientos y la cancelación de grandes ferias. El confinamiento aumentó el consumo a través de internet, lo que benefició a otras plataformas y áreas de negocio como el mobile gaming o los esports.
En el sector de la moda cayeron las cifras en picado y casi el 24 % de los negocios (39.592) tuvieron que cerrar, según Acotex (organización empresarial del comercio textil).
"Las restricciones y la complicada situación sanitaria han provocado la cancelación de eventos y convocatorias sociales. Si a esto le unimos la situación de incertidumbre económica, el consumo de las creaciones de nuestros diseñadores se ha retraído al mínimo”, explica el presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Modesto Lomba.
El mundo del toro se paralizó, incluidas todas las grandes ferias, y al cierre de temporada únicamente se contabilizaron 63 festejos mayores. En 2020 torearon 56 matadores, frente a los 144 de 2019.