Por Gloria Regil
La reducida temporada 2020 de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos ya es historia con un nuevo campeón sorpresa, el Crew de Columbus, que se impuso 3-0 a los Sounders FC de Seattle en la final de la MLS Cup, perdidas millonarias y marginada debido a la pandemia del coronavirus.
En triunfo del Crew no salvó el pobre nivel futbolístico que se dio durante toda la temporada, incluido el Torneo Regreso que la MLS estableció en la burbuja de Orlando antes de reiniciar la competición regular que fue suspendida en el mes de marzo.
Solamente la clase individual del centrocampista argentino Lucas Zelarayán, que hizo su debut esta temporada en la MLS, hizo la diferencia en una final soporífera.
Su doblete y asistencia en el tercer gol del Crew hicieron la diferencia ante los Sounders FC, que llegaban a la final para defender el título de campeones, y dieron su peor versión en toda la temporada.
Esta vez ni tan siquiera el uruguayo Nicolás Lodeiro y el peruano Raúl Ruidíaz pudieron sacar al equipo de Seattle de un juego al que le faltaron ideas futbolísticas claras y definición ante un rival, que sin las acciones individuales de Zelarayán, elegido el Jugador Más Valioso (MVP) del partido, mostró también el mismo nivel.
Si el apartado deportivo de la vigésima quinta temporada en la historia de la MLS no fue el mejor, tampoco su resultado económico y de presencia dentro del deporte profesional de Estados Unidos resultó el mejor debido a la pandemia del coronavirus.
El propio comisionado de la MLS, Don Garber, reconoció perdidas millonarias, difíciles de recuperar, y sobre todo perdida de presencia e imagen dentro entre las ligas profesionales de Estados Unidos, al recibir poca o ninguna atención a la gran labor que han realizado de cara a poder competir y terminar la temporada regular en medio de los contagios del COVID-19.
Sin embargo, Garber, que se mostró "agradecido" por el trabajo que había realizado toda la familia de la MLS, recordó que habían podido disputar 324 partidos y el no haber tenido reconocimiento a ese logro lo había dejado "dolido" e "insultado".
Pero sobre todo ante la poca trascendencia que ha tenido dentro del deporte profesional estadounidense el hecho que la liga hubiese cumplido su vigésima quinta temporada de existencia.
"Cuando veo que nos dejan fuera de la narrativa de las cosas que están sucediendo en el panorama deportivo profesional, me insulta. No solo me frustra", subrayó Garber durante su valoración anual de lo que había sido la temporada 2020.
Garber fue categórico al admitir que una segunda temporada igual a la del 2020 sería "imposible" de asumir por parte de la MLS y de ahí su "deseo" interior más que certeza, que la del 2021 pueda ser mucho mejor, aunque todavía muy alejada a lo vivido en la del 2019.
El grave problema para la MLS es que la crisis de la pandemia del coronavirus ha dejado a los equipos sin el recurso principal que era el de la venta de entradas y franquicias nuevas con desembolsos millonarios para pagar la cuota de llegar a la liga y sin haber podido consolidarse en el mercado de la publicidad y televisión.
Otro gravísimo problema ha sido la imposibilidad que los equipos canadienses, hay tres en la liga –Toronto FC, Impact de Montreal y Whitecaps de Vancouver–, hayan podido llegar a sus sedes y tener que competir todo el tiempo en territorio estadounidense ante las estrictas medidas de seguridad médicas impuestas por el gobierno de Canadá para entrar y salir del país.
Garber considera que la vacuna contra el COVID-19 podría cambiar radicalmente las cosas y permitir que Canadá diese acceso de nuevo a cruzar su frontera sin restricciones.
Pero el problema económico ha sido el gran desafío al que ha tenido que enfrentarse la MLS y se mantiene aun mayor de cara al futuro inmediato.
Además de la reducción de ingresos ante la falta de espectadores en los campos, la liga también incurrió en gastos inesperados debido al Torneo Regreso, que disputó en la burbuja de Orlando, con vuelos chárter a los partidos y pruebas de COVID-19 permanentes.
"El impacto de todo esto es probablemente más profundo de lo que esperábamos. Eso nos preocupa", admitió Garber. "Pero los dueños de los equipos han entendido este impacto desde el principio. Estamos preocupados por cómo se verá esto en el 2021 y estamos trabajando en cómo podemos manejarlo".
Sin embargo, no dio ningún tipo de información concreta y se limitó a decir que "tengo la esperanza de que 2021 sea un año mucho mejor que 2020, porque no creo que ninguna empresa pueda sostener el tipo de impacto que tuvimos en 2020 durante dos años seguidos".
Pero al margen de toda la incertidumbre que existe de cara al futuro, Garber reiteró que la liga todavía tiene como objetivo comenzar la temporada 2021 a principios o mediados de marzo.
Eso se debe al hecho de que la liga no puede permitirse esperar hasta que haya certeza de cuándo los aficionados podrán regresar a los estadios.
También hay que considerar el calendario internacional 2021, uno en el que se disputarán las competencias de la Liga de Naciones CONCACAF, Juegos Olímpicos y la clasificación a la Copa del Mundo.
El asunto de una posible suspensión del convenio colectivo por fuerza mayor y las ventas ya proyectadas de los equipos de Orlando City y el Real Salt Lake estarán también entre los que la liga tendrá que enfrentarse en el 2021, año decisivo, para la MLS.