El clima para los negocios en América Latina cayó en julio pasado a su menor nivel en el último año, arrastrado por las dificultades de países como Argentina, Brasil y Ecuador, informó el centro brasileño de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV).
El llamado Índice de Clima Económico (ICE) para América Latina, medido en conjunto por la FGV y el Instituto de Estudios Económicos (IFO) de la Universidad de Múnich mediante consultas trimestrales a 130 especialistas de 16 países, bajó desde -5,2 puntos en abril, cuando ya había entrado a la zona considerada como "desfavorable", hasta -21,1 puntos en julio.
El indicador prácticamente regresó al nivel en que se encontraba en julio del año pasado (-27,5 puntos) y se alejó del buen nivel que había logrado en enero de este año (+1,5 puntos), cuando alcanzó su mayor puntuación en dos años tras la superación de las crisis que afectaron en 2015 y 2016 a varios países de la región.
El empeoramiento del clima para los negocios en la región en julio fue atribuido principalmente a la caída del Índice de Expectativas (IE, proyección de los especialistas para los próximos seis meses), ya que el llamado Índice de Situación Actual (ISA, la evaluación de la actual coyuntura) permanece en negativo desde hace varios meses.
Mientras que el Índice de Expectativas cayó gradualmente desde los 53,9 puntos que alcanzó en octubre pasado hasta 0 puntos en julio, el Índice de Situación Actual ha permanecido negativo y prácticamente estable en los últimos meses: -43,8 puntos en octubre de 2017, -31,8 puntos en enero, -31,1 puntos en abril y -40,0 puntos en julio.
De acuerdo con el informe divulgado por la Fundación, la situación en América Latina se deterioró junto con la del resto del mundo ya que el clima de negocios global bajó desde +16,5 puntos en abril hasta +2,9 puntos en julio, hundido por evaluaciones negativas para economías como las de Estados Unidos y China.
Según la Fundación, América Latina siente como el resto del mundo los temores por el escalonamiento de la guerra comercial pero también sufre por condiciones económicas domésticas adversas, especialmente en los países con elecciones presidenciales este año.
En América Latina tan sólo cuatro países registraron una mejoría en su índice de clima económico, con destaque para Bolivia, cuyo índice subió desde -22,7 puntos en abril hasta +20,0 puntos en julio, gracias al aumento de las cotizaciones internacionales del gas natural y otros minerales que exporta.
También registraron una mejoría en sus índices Colombia (desde -0,6 puntos hasta +31,8 puntos), Perú (de +2,5 a +16,6) y México (de -21,9 a -12,1), país este último en donde las proyecciones mejoraron por "la elección de un presidente que tiene mayoría favorable en el Congreso y un escenario en que el país se beneficia con el crecimiento de Estados Unidos".
En los demás países el clima para los negocios empeoró, principalmente en Argentina (desde +10,7 puntos en abril hasta -51,3 puntos en julio) por las dificultades del Gobierno para resolver los problemas fiscales, el déficit externo y la inflación, y Uruguay (de 16,6 puntos a -41,9 puntos).
En Paraguay, con +28,2 puntos en julio, y en Chile (+8,9 puntos) la evaluación se redujo pero ambos países continúa en la llamada zona favorable.
Y en Brasil, cuyo índice pasó de -11,4 puntos en abril a -45,9 en julio, y en Ecuador (de -16,3 a -60), los indicadores, que ya estaban en zona desfavorable, siguieron deteriorándose.
La caída del índice en Brasil, la mayor economía de la región, fue atribuida a la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales de octubre y a la revisión hacia abajo de las proyecciones para el crecimiento económico.