El chismoso, hombre o mujer sin importar su estatus socioeconómico, puede ser cualquier persona que busca atraer, causar atención, creerse el más informado y enterado de la vida de los demás y divulga lo que sabe o no sabe, inventa hechos e informaciones para hacer daños.
Esa persona, difusora del “chisme”, podría sufrir de un problema patológico, porque le gustan las invenciones, causar inconvenientes en los demás y que disfruta de su accionar.
Los psicólogos clínicos Alexandra García y Desiree Jiménez enfocaron el tema este lunes en el programa Entre Adultos, que produce el psiquiatra Héctor Guerrero Heredia y que conduce por la Z101.3 FM el también psicólogo clínico Eladio Hernández.
Alexandra García, al definir el chisme, considera que puede ser una verdad o una mentira, que alguien divulga sin que la otra persona lo sepa, y que lo hace con fines de hacer daño, por envidia o por un problema de falta de autoestima personal.
Explicó que el chisme puede ser un rumor, una inventiva, una verdad infundada, que se difunde entre personas, grupos humanos o a través de los medios de comunicación, con fines de denostar o dañar reputaciones, imágenes personales o con objetivos políticos.
Expuso que el chisme puede ser de dos tipos, como cuando alguien divulga algo que le ha confiado otro, pero que no sea que lo sepan, pero el hablador lo difunde y sin querer puede causar un daño emocional, y cuando se inventan hechos, datos e informaciones con fines negativos y de causar daños a personas o grupos.
Señaló que en ambos casos la persona de quien habla el chismoso no está presente en ese momento para desmentir o confirmar.
“El chismoso regularmente dispone de mucho tiempo para crear falsedades, buscar información de los demás y crear rumores”, subrayó profesional de la conducta humana.
De su lado, Desiree Jiménez afirmó que hay casos en que una persona provoca un chisme sin darse cuenta, pues difunde una información o un hecho sin mala intención, por lo cual hace revelación sin ningún interés malsano.
Manifestó que un hecho o información para que sea un chisme debe tener componentes de interés para atraer a los demás, como datos o hechos de vida de personas famosas en la sociedad.
Definió al chismoso como el individuo que lleva la vida de los demás, que busca enterarse de todo para divulgarlo y hacerse sentir, ser un elemento de atracción ante los demás y grupos sociales y hace morbo con sus críticas dañinas, expresiones e inventivas.
En cuanto a la personalidad del chismoso, Desiree y Alexandra coincidieron en que esa persona puede agravar su estado emocional y llegar a sufrir una patología por su constante accionar e interés en causar inconvenientes a personas o grupos.
Destaca que el chismoso es una persona a la cual no le han dado importancia o se le ha brinda la atención que demanda, por lo cual busca un auditorio que le haga caso y lo escuchen o presten atención.
Afirmó que el chismoso se siente importante, porque maneja información que otros no tienen y encuentran a quienes les gusta oír sus informaciones, sus relatos y “verdades”, sus creatividades e inventivas.
Advirtieron que el chismoso es una persona tóxica y es mucho más peligrosa cuando causa daños con sus invenciones, atrevimientos y mentiras en los centros de trabajo o grupos sociales con los que comparte tiempo o momentos.
¿Cómo tratar al chismoso?
Desiree Jiménez explicó que debe tratarse dependiendo de la persona y buscarle ayuda profesional para tratarle.
Indicó que una manera de ayudarle también sería rechazar convertirse en receptores de sus chismes e inventivas, ya que mientras menos receptores y auditorio tenga, menos podrá contar.
Recomienda hacerle el limpio, evitar su contagio y alejarse de esa persona, que afirma podría caer en un descontrol de los impulsos nerviosos.
Alexandra García exhorta a quienes dirán algo a que primero traten de comprobar si lo que dirán será provechoso, que es cierto y que no causará daños, para evitar dañar a los demás a grupos sociales.
https://www.youtube.com/watch?v=0fV1sE638a8&feature=youtu.be