EE.UU. y Canadá están en conversaciones con otros países para formar una fuerza internacional que ayude a aliviar la crisis humanitaria en Haití, donde grupos armados bloquean la llegada de ayuda y combustible al país, reveló este jueves el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.
Blinken, que se reunió este jueves en Ottawa con la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, declaró a los medios que tanto Estados Unidos como Canadá mantienen contactos "con una variedad de países para medir su interés y voluntad para participar" en la fuerza de intervención.
El secretario de Estado explicó que se está preparando una resolución en la ONU "que autorizará una misión internacional de asistencia, no de la ONU, para mejorar la seguridad y permitir el flujo de la ayuda humanitaria que se necesita de forma desesperada en Haití".
Durante su encuentro, Blinken y Joly trataron la composición y las necesidades de esa fuerza internacional que sería desplegada en Haití.
Blinken dijo que la situación en Haití es "insostenible" y que mientras no se pueda garantizar la seguridad no se puede hablar de celebrar elecciones.
El objetivo de EE.UU. y Canadá es apoyar a la Policía Nacional de Haití, que hasta ahora ha sido incapaz de contener las bandas armadas que controlan grandes áreas de Puerto Príncipe y otros puntos del país, y "romper" los vínculos de las grupos criminales con "algunos de los actores políticos que los financian y dirigen".
Sin embargo, ninguno de esos dos países ha dicho que vaya a enviar tropas a Haití.
Hace dos semanas, Washington indicó que estaba evaluando con sus socios la petición del Gobierno de Haití para que se envíen tropas extranjeras para hacer frente a la grave crisis que vive país, pero que por el momento no tenía nada que anunciar.