El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., general Mark Milley, en una fotografía de archivo I Foto: EFE/Jim Lo Scalzo
Ante la posibilidad cada vez más cercana de un conflicto con Rusia, la cúpula del Pentágono hizo este viernes un llamamiento desesperado a Moscú para que dé un paso atrás sobre Ucrania y solucionar la crisis por la vía diplomática.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, dieron este viernes una rueda de prensa para hablar de Rusia y Ucrania, en la primera comparecencia conjunta que ofrecen desde septiembre pasado, tras la retirada de las tropas de EE.UU. de Afganistán.
"Animamos encarecidamente a Rusia a retirarse y a buscar una resolución a través de la diplomacia", dijo Milley.
EE.UU. lanzó este mensaje a Moscú porque todavía cree que hay espacio para la diplomacia dado que, como Austin remarcó, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, todavía no ha adoptado la decisión de atacar el suelo ucraniano.
"Claramente, él tiene la capacidad (de hacerlo) y tiene muchas opciones disponibles, incluyendo la toma de ciudades y territorios significantes", subrayó el titular de Defensa.
FUERZAS TERRESTRES, AÉREAS, NAVALES…
Milley expresó la preocupación estadounidense ante la concentración de unas 100.000 tropas rusas en la frontera con Ucrania, entre las que hay efectivos terrestres, aéreos, navales, de las fuerzas especiales y cibernéticas.
De hecho, aseguró que no se ha visto una concentración tan grande de soldados rusos desde los tiempos de la Guerra Fría: "Esto tiene una escala y un alcance mayor que cualquier cosa que hayamos visto en la memoria reciente, y creo que hay que remontarse a los días de la Guerra Fría para ver algo de esta magnitud", consideró.
En ese sentido, el jefe del Estado Mayor Conjunto dibujó un panorama sombrío en caso de una agresión rusa, ya que "resultaría en una cantidad significante de víctimas" en zonas con alta densidad de población, "sería terrible".
Por ello, Milley insistió en que el uso de la fuerza armada debería ser "siempre" el último recurso: "el éxito aquí es a través del diálogo", zanjó.
Pese a esta lanza a favor de la diplomacia, EE.UU. ha puesto en "alerta elevada" a 8.500 soldados, que actualmente se encuentran en territorio estadounidense, por si finalmente es necesario un despliegue rápido en los países del este de Europa.
EL OBJETIVO DE EE.UU.: APOYAR A LA OTAN
Milley apostilló que las fuerzas armadas estadounidenses están "aumentando sus niveles de preparación", mientras que Austin detalló que, en caso de producirse dicho despliegue, el objetivo será siempre apoyar a la OTAN.
Actualmente, hay en Ucrania "un pequeño contingente" de asesores e instructores militares de EE.UU. y de la Alianza Atlántica.
"Estados Unidos tiene cero sistemas de armas de combate, fuerzas permanentes o bases en Ucrania", indicó el jefe del Estado Mayor Conjunto.
Austin y Milley comparecieron ante la prensa en medio de los intensos movimientos diplomáticos a nivel internacional para desactivar la tensión, que por el momento no han arrojado resultados tangibles.
La Casa Blanca aseguró este viernes que sigue sin ver "señales" de que Rusia esté en el proceso de rebajar las tensión sobre Ucrania y avisó de que la diplomacia solo puede producirse en el contexto de una desescalada sobre el terreno, que "sigue siendo una decisión del presidente ruso, Vladímir Putin".
LA CASA BLANCA SOSTIENE QUE SU CARTA ES "CONSTRUCTIVA"
Una de las portavoces del Gobierno estadounidense, Karine Jean-Pierre, recordó que el miércoles su país y la OTAN respondieron formalmente a las garantías de seguridad exigidas por Rusia con ideas "efectivas", "constructivas" y destinadas a abordar las preocupaciones de Washington y sus aliados sobre la situación.
Desde Moscú, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó este viernes las respuestas de Washington y de la Alianza de "bastante confusas", aunque admitió que contienen elementos racionales en "asuntos secundarios", como el relativo al emplazamiento de misiles de corto y medio alcance.
En una cal de y otra de arena, el jefe de la diplomacia rusa aseguró que "si depende de Rusia no habrá guerra", aunque remarcó que Moscú no permitirá que "se ignoren y se pisoteen groseramente" sus intereses.
Por su parte, el embajador de EE.UU. en Rusia, John Sullivan, aclaró hoy en una rueda de prensa telemática que la carta enviada por su país a Moscú incluye la propuesta de un "acuerdo de seguimiento" a la aplicación del tratado de control de armas nucleares Nuevo START.
Según el diplomático, la misiva propone "medidas de transparencia" sobre armas y ejercicios militares en Europa, así como posibles "medidas de control" sobre el uso de misiles.
Asimismo, plantea el "interés" de Washington por abordar con Rusia "un acuerdo de seguimiento del Nuevo START", que limita el número de armas nucleares estratégicas con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire.
Hace justo un año, el presidente de EE.UU., Joe Biden, y Putin acordaron extender por cinco años este tratado.