El Gobierno de Estados Unidos afirmó este lunes que no quiere que la competición con China se transforme en un conflicto, a la luz de las informaciones que indican que Pekín supuestamente probó un misil hipersónico con capacidad nuclear en agosto.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, expresó en su rueda de prensa diaria la preocupación de su país por "las capacidades militares" que China está buscando.
Y recordó que EE.UU. ha sido coherente en su enfoque hacia Pekín: "Damos la bienvenida a una dura competencia con China pero no queremos que se convierta en un conflicto", apuntó.
Por su parte, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, señaló desde Tiblisi, donde se encuentra de viaje, que EE.UU. vigila "de cerca" el desarrollo por parte de China de armamento, capacidades avanzadas y de sistemas que "solo pueden aumentar las tensiones en la región".
El Gobierno chino negó este lunes haber probado en agosto un misil hipersónico con capacidad nuclear y aseguró que se trató de "pruebas rutinarias" para verificar tecnologías de reutilización aeroespacial.
De esta forma, Pekín desmintió las informaciones del diario británico Financial Times según las cuales China probó en agosto un misil hipersónico con capacidad nuclear.
Según el rotativo, que cita a fuentes cercanas a la prueba, China lanzó en agosto un misil con capacidad nuclear que dio la vuelta a la Tierra en órbita baja "sorprendiendo a los servicios de inteligencia estadounidenses".
Los misiles o vehículos hipersónicos técnicamente rompen en vuelo al menos cinco veces la barrera del sonido, es decir superan los 6.177 kilómetros por hora, y el hecho de que puedan volar a escasa altura y trazar trayectorias no parabólicas los convierte en un arma táctica muy difícil de interceptar.
Este tipo de tecnología en su mayor parte sigue en desarrollo a nivel internacional y muy pocos países parecen tenerla plenamente operativa.
A finales de septiembre, EE.UU. aseguró haber probado con éxito el arma hipersónica Raytheon, mientras que Rusia tiene ya en servicio el misil hipersónico Avangard, que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó como "el arma del futuro".