Estados Unidos alcanzó ayer lunes la cifra de 9.282.362 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y la de 231.486 fallecidos por la enfermedad del COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Según la universidad, pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 33.539. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 24.017 personas.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos Texas (18.533), California (17.679), Florida (16.834) y Nueva Jersey (16.357).
Otros estados con un gran número de muertos son Illinois (10.093), Massachusetts (10.023), Pensilvania (8.812), Georgia (7.999) o Michigan (7.716).
En cuanto a contagios, se dijo que Texas suma 942.072, le sigue California con 939.832, tercero es Florida con 812.063 y Nueva York es cuarto con 511.368.
El balance provisional de fallecidos -231.486- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iníciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
Se señaló que el presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para final de año Estados Unidos llegará a los 325.000 fallecidos y para el uno de febrero a los 400.000.