Estados Unidos alcanzó este miércoles la cifra de 2.678.202 casos confirmados de COVID-19 y la de 128.028 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del jueves) es de 48.830 contagios más que el martes y de 706 nuevas muertes.
La media de nuevos casos diarios en Estados Unidos está desde la semana pasada por encima de los 40.000 arrastrada por el repunte en estados del sur y del oeste como Florida, Texas, California y Arizona.
Nueva York, sin embargo, se mantiene todavía como el estado más golpeado en Estados Unidos por la pandemia con 394.079 casos confirmados y 32.043 fallecidos, una cifra solo por debajo de Brasil, el Reino Unido e Italia.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.104 personas.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 15.078 muertos, Massachusetts con 8.053 e Illinois con 6.951.
Otros estados con un gran número de fallecidos son Pensilvania con 6.684, Michigan con 6.198, California con 6.152 o Connecticut, con 4.324.
En cuanto a contagios, California es el segundo estado solo por detrás de Nueva York con 233.692.
El balance provisional de fallecidos -128.028- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 175.000 muertos.