Estados Unidos se prepara para cinco días de intenso consumo en torno al Viernes Negro o "Black Friday" pues se calcula que 164 millones de personas irán de tiendas, en unas jornadas de fuertes descuentos que han importado otros países y que inaugura la temporada navideña para el comercio minorista y online.
Aunque el pistoletazo de salida es la festividad de Acción de Gracias, que se celebra cenando el tradicional pavo asado con los allegados el cuarto jueves de noviembre, este fin de semana ya hay rebajas "pre-Black Friday" en Amazon, una de las grandes firmas protagonistas.
La fiebre de las compras, no obstante, se dispara cuando llegan los descuentos más jugosos entre ese jueves y el Ciberlunes ("Cyber Monday"), que acotan el Viernes Negro y el Sábado de las Pequeñas Empresas, y por los que muchos consumidores están dispuestos a esperar.
Según la Federación Nacional de Minoristas, unos 164 millones de personas en EE.UU. -uno de cada dos estadounidenses- planean ir de tiendas esos cinco días, "ya sea después de acabarse el pavo u 'online' en el Ciberlunes", demanda para la que el comercio "estará listo", afirmó en un comunicado su principal responsable, Matthew Shay.
La organización, NRF por su sigla en inglés, realizó una encuesta a más de 7.500 personas y la mayoría (65 %) encontró en "las ventajas de los descuentos" su principal razón para ir de compras, frente a un 26 % que dicen hacerlo por seguir la "tradición" consumista de Acción de Gracias.
Para la temporada navideña, de noviembre a diciembre, se espera que los estadounidenses gasten hasta 720.000 millones de dólares (un 4,8 % más), o 1.007 dólares de media, en regalos o decoración, pero de acuerdo a la experiencia de otros años, más de un tercio de ese presupuesto se gastará solo en el fin de semana próximo.
"La confianza de los consumidores es más alta que nunca, el desempleo es el más bajo en décadas y están subiendo los salarios. Todo eso se refleja en los planes de compra", explicó Shay.
Agregó, además, que los aranceles sobre productos chinos impuestos por el Gobierno de EE.UU. tendrán un "mínimo" impacto en los precios finales porque el comercio ya "importó volúmenes récord con antelación" este verano.
También de acuerdo a la NRF, la preferencia por los grandes almacenes o minoristas físicos, desde el gigante Wallmart hasta la cadena Macy’s, está a la par con el comercio digital, encabezado por Amazon y en el que sigue ganando posiciones el teléfono móvil como instrumento de compra, por delante del ordenador.
Y es que desde 2016, la facturación por internet en el país norteamericano no ha hecho más que crecer a un ritmo mucho más fuerte que la venta tradicional: para esta temporada festiva se proyectan unos 124.100 millones de dólares en esa categoría, un 14,8 % más que el año pasado.
Durante estos cinco días festivos, en los que el "Black Friday" es la estrella, se espera un incremento generalizado de las ventas, y especialmente en las de internet, proyectadas en 23.400 millones de dólares (un 19 % más respecto al año pasado).
Son cálculos de Adobe Digital Insights, que analiza las transacciones por internet de los 100 minoristas web más grandes de EE.UU. y que apunta al Ciberlunes como la fecha más destacada para las compras "online", con el mayor volumen y crecimiento interanual estimados (7.800 millones, un 17,6 % más).
Pese al fuerte gasto previsto, el "Black Friday", que nació en los años setenta en EE.UU. y se ha ido exportando a otros países, se queda pequeño frente a otra fiesta consumista de más reciente trayectoria: el Día del Soltero de China, que se celebra el 11 de noviembre.
En su décimo aniversario, hace apenas una semana, ese día concebido para que los solteros se mimen batió récords, con unos 30.802 millones de dólares vendidos por internet en las plataformas del Grupo Alibaba, más del doble de lo que suelen recaudar juntos el "Black Friday" y el Ciberlunes.