El Gobierno de EE.UU. elevó ayer viernes a 3 -de un máximo de 4- su nivel de alerta de viaje para Sri Lanka debido a la amenaza terrorista e instó a sus ciudadanos a "reconsiderar" planes de viaje al país asiático.
En la alerta, emitida por el Departamento de Estado, EE.UU. ordenó la evacuación de todos los familiares en edad escolar de funcionarios estadounidenses en Sri Lanka.
Estados Unidos "también autorizó la salida voluntaria de todo su personal no esencial y de sus familiares".
En la alerta, EE.UU. advirtió que "grupos terroristas siguen tramando posibles ataques en Sri Lanka" que pueden ocurrir sin previo aviso en lugares turísticos, centros de transporte, mercados, centros comerciales, hoteles o clubes.
También en instalaciones gubernamentales, lugares de culto, grandes eventos deportivos y culturales, parques, hospitales, aeropuertos e instituciones educativas.
Estados Unidos también avisó que tiene una "capacidad limitada" para "prestar servicios" a sus ciudadanos debido al contexto de seguridad.
El pasado 21, Domingo de Pascua, terroristas suicidas atentaron contra tres iglesias y tres hoteles de lujo en Sri Lanka, causando 253 muertos y cerca de 500 heridos.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó después los ataques.
Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y en el que, según datos de la ONU, perdieron la vida más de 40.000 civiles.
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, afirmó hoy que han detectado la presencia en la isla de al menos 130 personas sospechosas de tener vínculos con el EI, de las que 70 han sido detenidas.
También hoy, al menos tres personas murieron (entre ellas un civil) y otras tres resultaron heridas en una serie de explosiones y un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y un grupo armado presuntamente vinculado a los atentados.