El Gobierno de Estados Unidos anunció hoy que a medianoche reimpondrá una serie de sanciones que había levantado a Irán tras el acuerdo nuclear de 2015 con el objetivo de "cambiar el comportamiento" de los ayatolás y forzarles a negociar un nuevo pacto "más amplio".
La reanudación de sanciones busca aislar económicamente al Ejecutivo iraní, forzando a compañías extranjeras a cerrar sus negocios en el país persa; aunque al mismo tiempo amenaza con profundizar la brecha entre EE. UU. y la Unión Europea (UE), ya que las sanciones afectarán a empresas europeas.
"Estados Unidos está completamente comprometido a hacer cumplir nuestras sanciones", afirmó este lunes el presidente estadounidense, Donald Trump, según recoge la Casa Blanca en un comunicado.
Trump avisó de que "los individuos o entidades que no cancelen sus actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias" y aseguró que Estados Unidos ha estado trabajando con otras naciones para implementar una "campaña de máxima presión económica" contra el Ejecutivo iraní.
A pesar de esa campaña, el mandatario reiteró su deseo de negociar un acuerdo más amplio, que no se limite al programa nuclear de Irán y englobe sus actividades en países como Yemen y Siria.
"Estoy abierto a alcanzar un acuerdo más amplio que aborde toda la gama de actividades malignas del régimen, incluido su programa de misiles balísticos y su apoyo al terrorismo", aseveró Trump.
Para reanudar las sanciones, Trump firmó este lunes una orden ejecutiva en la que se establece que, a partir de las 00.01 hora local del martes (04.00 GMT), estará prohibido el comercio de oro, metales preciosos y materiales como el aluminio y el acero, así como la venta de automóviles fabricados en Irán.
Asimismo, EE.UU. rechazará las transacciones financieras relacionadas con el sistema de ferrocarriles, impondrá sanciones a quienes compren o faciliten la emisión de deuda soberana iraní y prohibirá a Irán usar dólares estadounidenses.
Esta noche Washington también revocará los permisos que permiten la importación de alfombras y alimentos iraníes, como los pistachos.
En una llamada con la prensa, funcionarios estadounidenses explicaron que el objetivo es doble: forzar a Irán a negociar otro acuerdo y cambiar su "comportamiento".
"Nuestra política no es forzar un cambio de régimen, sino modificar el comportamiento del régimen", indicó uno de esos altos funcionarios, en un gesto que evidencia el deseo de EE.UU. por un cambio de Gobierno, pero en el que no hace un llamamiento para la salida de los ayatolás.
Trump reiteró en su declaración el respaldo de Estados Unidos a las protestas que comenzaron en diciembre en Irán por la crisis económica, pero en las que han llegado a escucharse lemas contra el propio sistema de la República Islámica.
"Estados Unidos -afirmó Trump- sigue apoyando al sufrido pueblo iraní, que es el legítimo heredero de la rica herencia de Irán y es la verdadera víctima de las políticas del régimen. Anhelamos el día en que el pueblo de Irán y los habitantes de toda la región puedan prosperar juntos en condiciones de seguridad y paz".
La reanudación de sanciones se produce 90 días después de que Trump anunciara el 8 de mayo su salida del acuerdo nuclear suscrito en 2015 por Irán y el G5+1, integrado por Rusia, China, el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Alemania.
Dentro de 180 días, es decir, en la medianoche del 4 al 5 de noviembre, entrará en vigor la segunda ronda de sanciones entre las que se incluyen prohibiciones a las transacciones financieras con el Banco Central de Irán y la venta de petróleo, una de las principales fuentes de divisas del país.
Para proteger a las empresas europeas, mañana la Unión Europea (UE) activará una legislación, conocida como "estatuto de bloqueo" que incluye la posibilidad de que empresas europeas reciban compensaciones por las sanciones de Estados Unidos.
Hasta el momento, las más afectadas son las multinacionales con grandes intereses en EE.UU., como Total, Airbus, Peugeot o Siemens.
La decisión de este lunes de Washington debilita aún más el acuerdo multilateral, aunque el resto de países que lo suscribieron (Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) se mantienen comprometidos con su cumplimiento y están negociando con Irán para contrarrestar el impacto de las sanciones.