El Gobierno de EE.UU. consideró este viernes que Irán "extorsiona" al mundo al enriquecer uranio por encima de las cantidades y la pureza acordadas en el acuerdo nuclear de 2015, del que Washington se retiró unilateralmente hace más de un año.
El Ejecutivo estadounidense reaccionó así al informe emitido hoy en Viena por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que concluyó que la República Islámica sigue incumpliendo el pacto nuclear, aunque continúa aceptando y facilitando controles de la ONU.
"Este nuevo informe de la OIEA se produce mientras, otra vez, Irán amenaza con expandir sus actividades nucleares en un intento transparente de extorsión nuclear", manifestó un portavoz del Departamento de Estado.
Aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, sacó a su país del acuerdo, el citado portavoz insistió en que Irán tiene que respetar los compromisos alcanzados.
"Irán debe cumplir con sus obligaciones e inmediatamente proporcionar a la OIEA nada menos que cooperación total", aseveró.
Y, además, esa fuente enfatizó que "cualquier retraso o engaño" por parte de Teherán a los inspectores de la OIEA resultará "completamente inaceptable".
El documento de la OIEA, de carácter restringido, afirma que Irán ha seguido enriqueciendo uranio por encima de la pureza del 3,67 % que el acuerdo marca como tope.
El 1 de julio, la República Islámica por primera vez violó el pacto nuclear al exceder por una pequeña cantidad sus existencias de uranio enriquecido, en lo que suponía un gesto simbólico para presionar a la Unión Europea (UE) con la esperanza de que este organismo ayude a la maltrecha economía persa.
Irán y seis grandes potencias mundiales (Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia y EE.UU.) alcanzaron un histórico acuerdo en 2015 por el que Teherán se comprometía a limitar su programa nuclear a cambio de beneficios económicos y el levantamiento de sanciones por parte de Washington.
En mayo de 2018, Trump retiró a su país del pacto y, como resultado, ha vuelto a imponer sobre Irán todas las sanciones que habían sido retiradas.
Frente a ello, los europeos se comprometieron a garantizar los beneficios económicos del acuerdo para Irán e intentaron crear un mecanismo llamado "Apoyo al intercambio comercial", destinado a sortear las sanciones de Washington para facilitar el comercio con Teherán.
Irán cree que ese mecanismo es positivo, pero insuficiente.
Por eso, en mayo, cuando se cumplía un año de la salida de EE.UU. del acuerdo, el presidente iraní, Hasán Rohaní, dio un ultimátum al resto de países firmantes (Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) y les avisó que Irán violaría el pacto si no le garantizan sus beneficios económicos.
A pesar de que la República Islámica ha comenzado a violar ese acuerdo, todavía está muy lejos de desarrollar una bomba atómica, ya que como resultado del pacto exportó el 98 % de sus reservas de uranio enriquecido e inutilizó llenando de cemento el reactor de agua pesada de Arak, que sería clave en el hipotético desarrollo de armamento nuclear.