Estados Unidos acusó este viernes a Rusia y al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, de inventarse un ataque de grupos extremistas con cloro en noviembre pasado en el noroeste de Alepo (Siria) para luego usar gas lacrimógeno contra civiles.
"El régimen de Asad y Rusia acusaron falsamente a la oposición y a grupos extremistas de realizar un ataque con cloro en el noroeste de Alepo. EE.UU. refuta esta narrativa y tiene información de que las fuerzas prorrégimen probablemente usaron gases lacrimógenos contra civiles", señaló el Departamento de Estado estadounidense.
Uno de los portavoces de la diplomacia estadounidense, Robert Palladino, aseveró que los Gobiernos ruso y sirio estuvieron involucrados en esos incidentes con gas lacrimógeno y consideró que ambos países "lo están utilizando como una oportunidad para socavar la confianza en el alto el fuego en Idlib".
"Advertimos a Rusia y al régimen sirio contra la manipulación y les instamos a garantizar la seguridad de los inspectores imparciales e independientes para que los responsables puedan rendir cuentas", añadió Palladino.
El Gobierno sirio ha acusado a los rebeldes de haber atacado con gas cloro tres barrios residenciales de Alepo el pasado 24 de noviembre.
Al menos 107 civiles fueron hospitalizados con síntomas de intoxicación, según fuentes médicas citadas por la televisión pública y por la agencia oficial SANA.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que 32 personas, en su mayoría niños y mujeres, necesitaron atención médica con síntomas de sofoco por el supuesto ataque químico, aunque no identificó el origen de los morteros