Eddy Olivares | Foto: Kelvin de la Cruz
El dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Eddy Olivares, anunció oficialmente que acepta competir con la modalidad de delegados por el cargo de presidente de esa organización política en la próxima convención, en la que el voto de los delegados será secreto.
«Seré candidato, he aceptado la propuesta de cerca de cincuenta diputados, alcaldes, directores de distritos, presidentes municipales, secretarios, y sobre todo, las bases del partido, donde inicié mi carrera política y de las que nunca me he apartado», afirmó en una comunicación enviada a Z Digital.
Dijo que respeta la decisión de su amigo y compañero Guido Gómez Mazara de impugnar el referido método de elección, pues un derecho consagrado en la Ley de Partidos 33-18, que debe verse como normal en una democracia, no solo en el PRM sino en cualquier partido político.
“Tomando en consideración que el compañero José Ignacio Paliza, quien si decide aspirar deberá tomar una licencia, no ha dicho que irá tras la reelección y el compañero Guido ha anunciado que impugnará el método de elección, en este momento no tengo competencia como aspirante a la presidencia del partido”, consideró.
Argumentó que en una convención interna para escoger los candidatos directivos de cualquier partido siempre será conveniente la participación de las bases, razón por la que ha apoyado siempre el voto universal libre directo y secreto, lo que aseguró sostuvo también cuando fue miembro de la Junta Central Electoral, debido a que es, sin lugar a dudas, el método de elección más democrático.
«Sin embargo, el partido decidió utilizar el método de delegados para la próxima convención ordinaria, en la que entre mil seiscientos y mil ochocientos dirigentes del partido escogeran las nuevas autoridades», plantea en el documento.
Olivares destacó que tiene el compromiso, por encima de todo, de fortalecer el partido, haciendo su mayor esfuerzo para contribuir con el éxito del gobierno de Luis Abinader y reconducir el país hacia un conveniente estado de bienestar, que será el principal motivo para continuar en el poder más allá de los próximos dos períodos de gobierno.
