El infectólogo José Rafael Yunén afirmó este viernes que para dejar de usar las mascarillas y el distanciamiento físico tienen que haber vacunado alrededor de un 80 % de la población del país.
“Mire estamos en una soledad acompañada con esta enfermedad, que le quiero decir con eso que no depende de usted, depende de la comunidad y dice un gran científico de la universidad CUNY Nueva York, que tiene un nombre muy jocoso, que se llama Bus Lee, que tiene que haber el 60 al 80 % de la comunidad completa vacunada para quitar el distanciamiento físico y las mascarillas", manifestó.
Durante una entrevista en El Gobierno de la Mañana, Yunén también explicó que las vacunas contra el COVID-19 “no se hicieron al vapor”, ya que según dijo desde el 2003 con el SARS-CoV-1 se están haciendo las vacunas.
“Entonces, esto de las RNA, de la inactivadas o de la atenuadas, las casi vivas ¿verdad?, esas tres se están estudiando desde hace 17 años y en diferentes métodos, o sea que eso no es a vapor, ¿Por qué yo lo sé?, porque en el 2009 en otra pandemia que fue de H1N1… que atacaba mucho a las embarazadas la vacuna se hizo en cinco meses todavía se usa el día de hoy, entonces nadie cuestiona eso”, agregó.
De igual forma, el infectólogo afirmó que una persona que no se haya vacunado puede contagiar a una que se haya inoculado porque a su juicio ninguna vacuna es 100 % efectiva contra el referido virus, ya que en el caso de la vacuna Pfizer que tiene un 95 % de efectividad hay un cinco por ciento de probabilidad de que te contagies con el virus.
Al sostener que el punto de la vacunación es no llegar a la hospitalización por el virus, aclaró que si alguien que lo padece tiene contacto con un vacunado y éste tiene contacto con una persona que no se haya inoculado, puede transmitirle el COVID.
Campaña de concienciación del Grupo Yunén
Con relación a lo anteriormente dicho, el galeno anunció que el Grupo Yunén tiene un plan para concientizar a las personas que se vacunen, en el que invita a las personas subir en la redes sociales una foto de su hombro con la manga subida, diciendo que se pone la vacuna “por ti, por el país” o cualquier otra razón y así crear una conciencia de que la inoculación no solo es por un asunto propio sino también a favor al prójimo.