Las redes sociales se han convertido en una parte significativa de nuestras vidas. Y es que estas plataformas empoderan a las personas, al cambiarles un rol que era de receptor a tener uno de creación y transmisión de opinión e información, realidad que ha generado la necesidad de organizaciones más presentes en el mundo digital.
Desde LLYC, firma global de consultoría de comunicación, marketing digital y asuntos públicos, se promueve un nuevo modelo de liderazgo en el entorno digital con el que anticiparse ante los nuevos desafíos empresariales.
En este contexto, de acuerdo a una investigación realizada por la firma, únicamente dos de cada 10 CEOs dominicanos tienen presencia en el mundo digital. De estos, uno la tiene medianamente gestionada, lo que se traduce en que contamos en el país con un liderazgo con oportunidades de desarrollo digital ante una sociedad cada vez más exigentes y que requiere de directivos y líderes empresariales más expuestos, dialogantes y comprometido, que demuestren autenticidad y den a sus organizaciones el toque humano que es fundamental para empatizar con sus comunidades de interés.
"Es importante garantizar el futuro de una organización poniendo de manifiesto la robustez de su oferta dentro de entornos digitales, por lo que recomendamos trasladar las buenas prácticas de liderazgo a los perfiles sociales. Esto con el fin de cuidar el valor intangible de la reputación de la mano de una comunicación digital asertiva”, expresó la gerente de Deep Digital Business en LLYC Santo Domingo, Scarlet Ortiz.
Con la visión de aportar soluciones reales para generar confianza en las comunidades online y sintonizar con las expectativas de la ciudadanía, LLYC plantea cinco recomendaciones esenciales para una buena gestión del entorno digital:
- Alinear nuestra comunicación con el plan de la empresa, a través de mantener una perspectiva estratégica.
- Desarrollar habilidades dentro del equipo para gestionar los activos sociales de manera asertiva y concisa.
- Predicar con el ejemplo. Participar en las conversaciones existentes en las redes sociales en las que tenga presencia nuestra empresa, aplicándolo como una herramienta constante de relacionamiento.
- Humanizar nuestra comunicación a partir de la honestidad y la transparencia.
- Anticiparse a las críticas y no dejarse afectar por los fake news y trolls.
Por otro lado, un CEO no debe:
- Poner en marcha la gestión de los activos digitales sin hacer un análisis previo del contexto de la organización a la que está vinculado.
- No estar alineado con el equipo de comunicación y/o la estrategia de la empresa.
- Dejar la narrativa solo en lo offline, reduciendo la posibilidad de que más personas se sumen a ella.
En conclusión, las organizaciones deben abrazar la transformación de la comunicación y los principales actores, sus directivos, deben demostrar su implicación, transmitir su compromiso social y participar en las conversaciones relevantes allí donde se están produciendo.