Hace poco, una paciente me consultó sobre un medicamento que una amiga le había recomendado para aumentar su producción de leche: la domperidona, conocida en república dominicana como "gastroflux". Su duda era simple: "¿es seguro tomarlo?" este tipo de preguntas son cada vez más comunes, especialmente en mujeres que buscan soluciones rápidas para los desafíos de la lactancia. Sin embargo, mi respuesta no fue tan sencilla, ya que este medicamento, a pesar de su aparente efectividad, está rodeado de riesgos significativos tanto físicos como emocionales. Esto me llevó a investigar más profundamente sobre su uso, seguridad y efectos secundarios, especialmente en el contexto de la lactancia.
¿qué es la domperidona y cómo funciona?
La domperidona es un medicamento diseñado originalmente para tratar náuseas y vómitos. Actúa bloqueando los receptores de dopamina en el cerebro, lo que provoca un aumento de la prolactina, una hormona clave para la producción de leche materna. Este efecto secundario es lo que ha llevado a su uso como galactogogo, a pesar de no estar autorizado para esta indicación en muchos países, incluyendo estados unidos.
Riesgos asociados: mucho más que un estimulante de leche
Aunque parece ser una solución prometedora para las madres que enfrentan problemas con la lactancia, la domperidona está lejos de ser inofensiva. Los riesgos asociados incluyen:
- Efectos psiquiátricos:
- El bloqueo de dopamina puede tener un impacto negativo en la salud mental, especialmente en mujeres posparto, que ya son vulnerables a trastornos del estado de ánimo como la depresión posparto.
- Se han reportado casos de ansiedad severa, insomnio, y episodios depresivos en mujeres que toman domperidona durante periodos prolongados. Incluso, en algunos casos, se han documentado ideas suicidas relacionadas con su uso.
- Riesgos cardiovasculares:
- La domperidona puede causar una prolongación del intervalo qt, aumentando el riesgo de arritmias graves y muerte súbita. Este riesgo es particularmente alto en dosis superiores a 30 mg diarios y en mujeres con afecciones cardíacas preexistentes.
- Estos efectos han llevado a la fda a prohibir su uso en estados unidos desde 2004.
- Impacto en el lactante:
- Aunque solo pequeñas cantidades de domperidona pasan a la leche materna, no se descartan efectos secundarios en el bebé, como molestias gastrointestinales o irritabilidad.
La realidad en República Dominicana
En nuestro país, la domperidona se comercializa libremente bajo el nombre de "gastroflux", y muchas mujeres la adquieren sin una receta médica. Esto genera un riesgo considerable, ya que las pacientes no están informadas sobre los posibles efectos adversos ni reciben el monitoreo adecuado. La falta de regulación en su uso como galactogogo permite que sea recomendada de manera informal, muchas veces entre amigas o en grupos de apoyo a la lactancia, sin la intervención de un profesional de la salud.
Una reflexión a propósito del caso de mi paciente
La consulta de mi paciente es un reflejo de la falta de información confiable sobre el uso de medicamentos durante la lactancia. Aunque no llegó a utilizar domperidona, su pregunta subraya la necesidad de educar a las mujeres sobre los riesgos asociados con este medicamento y la importancia de buscar orientación médica antes de recurrir a soluciones aparentemente fáciles.
Alternativas seguras para mejorar la lactancia
En lugar de depender de medicamentos como la domperidona, existen estrategias más seguras y efectivas para aumentar la producción de leche materna:
- Asesoramiento especializado: un consultor de lactancia puede ayudar a corregir técnicas y posiciones de amamantamiento, optimizando la producción de leche.
- Frecuencia de alimentación: incrementar la frecuencia de las tomas y practicar el contacto piel con piel estimula la producción de prolactina de forma natural.
- Galactogogos naturales: alimentos como la avena, las semillas de fenogreco y la albahaca pueden ser opciones seguras y sin efectos secundarios graves.
Conclusión
La domperidona puede parecer una solución simple para los problemas de lactancia, pero los riesgos asociados, tanto físicos como emocionales, la convierten en una opción peligrosa, especialmente cuando se utiliza sin supervisión médica. En República Dominicana, es crucial fomentar la educación sobre este medicamento y regular su uso para evitar complicaciones innecesarias en madres y lactantes.
Como profesionales de la salud, debemos priorizar estrategias basadas en evidencia y seguras, recordando siempre que la lactancia materna es un proceso natural que puede ser optimizado con apoyo adecuado, sin necesidad de recurrir a medicamentos de alto riesgo. Si tienes dudas sobre medicamentos durante la lactancia, consulta siempre con un especialista. La seguridad de la madre y el bebé debe ser nuestra prioridad.
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