Por Luis Miguel Pascual
El serbio Novak Djokovic superó al suizo Roger Federer camino de su quinta final en el Masters 1.000 en París, que le medirá al ruso Karen Khachanov y en la que puede sumar su 33 torneo de esa categoría e igualar al español Rafael Nadal.
Como parece ser la norma de la temporada, el torneo francés también tendrá una final entre un consagrado y un representante de la joven generación, el ruso de 22 años que venció contra pronóstico al austríaco Dominic Thiem para optar por vez primera a un Masters 1.000.
Djokovic, de 31 años, ya venció al ruso en el pasado torneo de Wimbledon, donde inició una reconquista de la gloria que le llevará el próximo lunes al número 1 del mundo por cuarta vez en su carrera.
Que el serbio ha recobrado su mejor nivel quedó patente en el duelo contra Federer, de 37 años, uno de los más ajustados y emocionantes de los 47 que han protagonizado ambos.
Se lo llevó Djokovic por los pelos, 7-6(6), 5-7, 7-6(3), en dos juegos de desempate, el primero después de que el suizo tuviera una bola para apuntárselo. Ninguno de los dos puede presumir de haber sido mucho mejor que el otro.
Pero el serbio está en una racha imparable. Encadena 23 triunfos consecutivos y en de los últimos 35 sets hoy cedió el segundo. Ha ganado los dos últimos Grand Slam, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, pero también los dos últimos Masters 1.000, Shangai y Cincinnati.
El serbio construyó su victoria, la vigesimoquinta contra Federer en 47 duelos, desde el fondo de la pista, lo que obligó a Federer a variar el tenis, buscar la red para desestabilizar un intercambio de golpes que beneficiaba a su rival.
Viejo zorro, el suizo se mantuvo así en el partido, alentado por un público que no le veía en tres años y que pasó el aplauso al llanto con su derrota, porque soñaba con verle levantar el trofeo por segunda vez, tras 2011.
Tendrá que esperar para celebrar su centésimo título, tras haber ganado el pasado domingo en su Basilea el 99, pero si como había dicho su paso por París era sobre todo para preparar Londres, todo apunta a que la maquinaria está lista.
Esta derrota le apea además de la carrera por acabar la temporada como número 1, asunto que es ahora cosa de dos, Djokovic y Nadal, con Londres como escenario a condición de que los problemas físicos que impidieron al español jugar a orillas del Sena no le descarten de acudir a las del Támesis.
Haría mal Djokovic en confiarse en la búsqueda de su quinto título en París (tras los de 2009, 2013, 2014 y 2015) ante un neófito en finales de Masters 1.000, porque el joven Khachanov ya ha vencido bajo el techo de París a tres "top 10″.
Primero al estadounidense John Isner, luego al alemán Alexander Zverev, su primera víctima del top 5, y hoy un Thiem que apenas opuso resistencia, 6-4, 6-1 en menos de una hora, el día que festejaba su clasificación directa para la ATP Final de Londres.
Además, Khachanov se ha revelado como un rival incómodo en torneos cubiertos. Este año ha ganado dos, Marsella y Moscú.
Khachanov, que jugaba su segunda semifinal de un Masters 1.000, tras haber perdido en agosto pasado la de Toronto contra Nadal, se convierte en el primer ruso en llegar al último escalón de un torneo de esta categoría desde Nicolai Davydenko en Shangai 2009.
El ruso está llamado a ser uno de los rostros del tenis del futuro. Comenzó la temporada en el puesto 45 y la acabará en el 12, a las puertas del reducido grupo de los que firman las victorias.
Ante Djokovic podrá firmar la más importante de su todavía corta carrera.
Thiem, de 25 años, se tendrá que esperar para jugar su tercera final de un Masters 1.000 tras las dos últimas en Madrid. Pero su principal logro de la temporada fue la final que disputó en Roland Garros contra Nadal.