Ingenieros británicos y alemanes han conseguido fabricar, en menos de una semana, un dispositivo que permite a los pacientes infectados de coronavirus ser tratados fuera de la unidad de cuidados intensivos (UCI), anunció este lunes la University College London (UCL) en un comunicado.
El aparato, elaborado conjuntamente por la UCL, el University College Hospital de Londres y Mercedes Formula One, suministra oxígeno a los pulmones sin necesidad de utilizar un respirador.
Debido a que el COVID-19 provoca tos y dificultades respiratorias -del mismo modo que afecta en mayor medida a las personas con patologías respiratorias-, los equipos de respiración asistida son esenciales para el tratamiento de pacientes.
La nueva máquina funciona de forma similar a los CPAP (dispositivos de presión positiva continua en la vía aérea), que ya se utilizan en los hospitales y para tratar patologías como la apnea del sueño en las casas.
Se trata de una máscara facial que suministra un flujo constante de aire y oxígeno en la boca y la nariz del enfermo.
Al hacerlo con presión, los pulmones permanecen abiertos y así aumenta la cantidad de oxígeno que ingresa en ellos, reduciendo el esfuerzo del paciente para respirar.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido ya ha dado el visto bueno al aparato, por lo que se han entregado cuarenta de ellos al University College Hospital y a otros tres centros hospitalarios de Londres.
Si su uso resulta efectivo, Mercedes ya ha anunciado que puede producir hasta 1.000 unidades al día en cuestión de una semana.
La profesora Rebecca Shipley, directora del Instituto de Ingeniería de Salud de la UCL, explicó que en condiciones normales, desarrollar una máquina de estas características "llevaría años", pero la urgencia para combatir la actual crisis sanitaria ha hecho que se desarrolle en días.
"Pusimos la mirada en un dispositivo simple que ya existía e hicimos ingeniería inversa para poder ser capaces de producirlos rápidamente y a escala", afirmó Shipley en unas declaraciones a la BBC.
Aplicar ingeniería inversa significa que los expertos desmontaron un dispositivo CPAP sin patente, copiaron y mejoraron el diseño y lo adaptaron para que pudiera ser producido en masa.
Según indicaron los expertos, su uso puede ser clave para aligerar la demanda de respiradores y ayudar a salvar vidas al garantizar que las UCIs se usen solo para los enfermos más graves.
En China, donde se inició la pandemia, y en Italia, el país europeo con más casos registrados, los CPAP ya se usan en el tratamiento del coronavirus.
En concreto, en Lombardía, la región italiana más afectada, aproximadamente el 50 % de los enfermos que fueron tratados con equipos de CPAP no tuvieron que recurrir a la ventilación mecánica, que se aplica en las unidades de cuidados intensivos y que es mucho más invasiva ya que el paciente tiene que ser sedado.
A breathing aid that can help keep Covid-19 patients out of intensive care, adapted by @uclmecheng/@Health_Eng & clinicians at @uclh working with @F1 engineers, has been approved for use in the @NHSuk. https://t.co/a5Cf79nzSp#UniSupport
— UCL (@ucl) March 30, 2020