Científicos de centros españoles han detectado un biomarcador muy importante para el pronóstico de supervivencia de los pacientes con uno de los tipos de leucemias infantiles más letales.
La revista "Haematologica", de la European Hematology Association (EHA), publica este mes de febrero esta investigación del grupo científico del Campus Clínic-UB del Instituto de Investigación contra la leucemia Josep Carreras, liderado por el doctor Pablo Menéndez.
Menéndez explicó en rueda de prensa en Barcelona que esta investigación plantea nuevos enfoques y herramientas de pronóstico para mejorar la supervivencia de uno de los tipos de leucemia infantil más letales.
La "leucemia linfoblástica aguda pro B del lactante con translocación t (MLL-AF4+)" es un subtipo muy poco frecuente de leucemia, que afecta especialmente a lactantes menores de un año, y que, casi siempre, tiene un diagnóstico fatal.
De origen embrionario, esta leucemia acostumbra a desarrollarse juntamente con una expansión de la enfermedad hacia el sistema nervioso, lo que hace que los porcentajes de curación sean muy reducidos.
Esta leucemia es un subtipo de la "leucemia linfoblástica de tipo B", que es el cáncer infantil más frecuente, ya que supone un tercio de las neoplasias pediátricas, y, habitualmente, tiene un pronóstico de curación favorable, superior al 85 %.
El grupo de científicos del Instituto Josep Carreras y de la Universidad de Cantabria (norte) ha detectado un biomarcador muy importante para el pronóstico de esta enfermedad y es que los pacientes con el gen AF4-MLL tienen un porcentaje de supervivencia del 62,4 %, frente a los que no lo tienen (11,7 %).
Además, han descubierto que el genoma de este subtipo de leucemia es más estable que cualquier cáncer pediátrico secuenciado hasta ahora.
Estas conclusiones han sido posibles tras secuenciar el genoma de 124 niños diagnosticados con el citado subtipo de leucemia, en uno de los estudios internacionales más amplios que se han hecho hasta ahora en casos de lactantes con leucemia y se ha llevado a cabo con muestras de pacientes europeos, tratados con el protocolo europeo Interfan.
Menéndez ha colaborado con los doctores Ignacio Varela y Antonio Agraz-Doblas, de la Universidad de Cantabria.
Este trabajo científico se complementa con otro, liderado por la doctora Clara Bueno, dedicado también al mismo tipo de leucemia pero que ha concentrado su investigación en la célula original embrionaria que ha degenerado en la mutación.
Bueno, que también ha publicado su estudio en la misma revista Haematologica, considera que existe una cooperación funcional y molecular entre las fusiones MLL-AF4 (MA4) y AF4-MLL (A4M) durante el desarrollo hematopoético humano.
Esta diferenciación hematopoética deteriorada es resultado de la translocación cromosómica (4;11), que se asocia con la leucemia linfoblástica aguda infantil pro-B de alto riesgo y surge prenatalmente durante el proceso de formación, desarrollo y maduración de los elementos de la sangre del feto.