Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York han descubierto un mecanismo que hace viables los embriones al inicio del embarazo, ha informado el centro de educación superior barcelonés en un comunicado.
Este avance representa un paso más para entender las condiciones que determinan que un embrión pueda convertirse en un organismo viable, incluso en las condiciones altamente variables con que se encuentran los embriones dentro de la madre durante el embarazo.
En concreto, el mecanismo es capaz de controlar el tamaño de los embriones y mantener el equilibrio entre los diferentes tejidos celulares en los primeros momentos del desarrollo.
El trabajo, publicado en la revista elife, ha sido coordinado por los investigadores Jordi Garcia-Ojalvo y Anna-Katerina Hadjantonakis, que llevan años indagando sobre el proceso complejo del desarrollo embrionario.
Los investigadores han estudiado si los embriones de ratón se pueden recuperar bien cuando pierden células o cuando las ganan, y qué mecanismos lo hacen posible.
Sobre eso, han observado que embriones de 50 a 150 células de tamaño aguantan bien la pérdida de células (eliminadas mediante ablación láser) o su aumento (mediante la implantación de células madre).
Asimismo, cuando los embriones sufren estas alteraciones, responden cambiando proporcionalmente el tamaño de todos sus tejidos. Es decir, después de la perturbación, las células progenitoras que se diferencian adoptan el destino necesario para restablecer el equilibrio de los tipos celulares que llevan a un desarrollo correcto.
Garcia-Ojalvo, que es catedrático de Biología de Sistemas en la UPF y jefe del Laboratorio de Dinámica de Sistemas Biológicos, ha explicado que "mediante un modelo matemático proponemos el mecanismo molecular que hace que el embrión sea tan robusto, y descubrimos que este mecanismo está basado en el envío de señales químicas entre células. Hemos identificado un factor de crecimiento, FGF4, que es clave en este proceso", ha señalado.
"Nuestros resultados -ha dicho- ilustran cómo el embrión es un sistema autoorganizado que se puede desarrollar de manera robusta y reproducible sin necesidad de insumos externos, y cómo se puede recuperar después de una lesión", ha añadido.