En un contexto donde la ciudadanía exige integridad, cercanía y resultados de sus representantes, las figuras de Ulises Rodríguez, alcalde de Santiago, y Daniel Rivera, senador por la provincia, se han consolidado como líderes naturales del Partido Revolucionario Moderno (PRM), gracias a una trayectoria marcada por la coherencia, el compromiso social y la acción concreta.
Ambos políticos reúnen cualidades que definen el liderazgo auténtico: credibilidad, firmeza, empatía, honestidad, preparación y una visión clara del desarrollo local y nacional. A través de sus respectivas funciones, han construido una conexión genuina con la gente, transformando su presencia en soluciones tangibles para las comunidades.
Ulises Rodríguez, con una carrera que abarca tres períodos como diputado y su paso por la dirección de Proindustria, ganó la alcaldía de Santiago con más del 60 % de los votos, reflejo del respaldo ciudadano a su propuesta de gestión moderna, ordenada y participativa.
Desde el cabildo, ha impulsado proyectos de infraestructura, ordenamiento territorial, recuperación de espacios públicos y fortalecimiento de servicios municipales, priorizando siempre la inclusión social y la transparencia en la ejecución presupuestaria.
Daniel Rivera, por su parte, ha sabido mantener el enfoque comunitario desde su rol en el Congreso. Exministro de Salud Pública, ha llevado al Senado una agenda legislativa con acento cibaeño, centrada en salud, medioambiente, educación y seguridad, sin perder de vista el impacto nacional de su labor.
Ambos dirigentes del PRM representan una nueva generación política que escucha, responde y rinde cuentas. Sus logros no solo son reconocidos por los votantes, sino también por diversos sectores sociales y empresariales que valoran su eficiencia y su compromiso con el bienestar colectivo.
Ulises Rodríguez es miembro activo de la Comisión Ejecutiva Nacional del PRM, lo que lo posiciona como una figura clave dentro del partido oficialista, con peso político más allá de la gestión municipal. Su estilo cercano, su carisma y su constancia lo convierten en un referente para la dirigencia joven del PRM y para futuras aspiraciones nacionales.
Daniel Rivera, igualmente, ha ganado respeto en el Senado por su rigurosidad técnica y su voluntad de consenso, elementos que lo destacan dentro del panorama legislativo actual. A pesar del enfoque nacional de su función, mantiene una presencia constante en Santiago, escuchando a los ciudadanos y gestionando iniciativas que impacten positivamente su provincia.
La dupla Rodríguez-Rivera refleja una sinergia política efectiva, donde la visión compartida de desarrollo y cercanía con la gente se traduce en resultados concretos. No es casual que, en las elecciones municipales y congresuales de 2024, Santiago les diera un voto masivo de confianza.
Ya sea en un acto comunitario, una visita institucional o en medio del bullicio de los barrios populares, el alcalde y el senador son recibidos con respeto, afecto y aplausos, en reconocimiento a una gestión que ha sabido conectar con el sentir ciudadano.
Santiago encontró en ellos no solo autoridades competentes, sino verdaderos líderes con sentido humano, que hacen del servicio público una vocación diaria. El PRM tiene en estas dos figuras no solo representantes electos, sino referentes de una política que transforma realidades.