La combinación del base Stephen Curry y el escolta Klay Thompson volvió a ser la clave vencedora del ataque de los Warriors de Golden State que se impusieron a domicilio por 113-118 a los Rockets de Houston en el sexto partido de la eliminatoria semifinal de la Conferencia Oeste y ganaron 4-2 la serie al mejor de siete.
Los Warriors, a pesar de la baja del alero estrella Kevin Durant, lesionado en el tercer periodo del quinto partido, tuvieron a Curry como su gran líder que surgió en la segunda parte para decidir la victoria que pone a los actuales bicampeones de liga por quinta vez consecutiva en las finales de la Conferencia Oeste.
Los Rockets han sido sus víctimas a los que han eliminado cuatro veces para ellos seguir en la competición.
Sus rivales en las finales, en las que tendrán ventaja de campo, será el equipo ganador de la eliminatoria de semifinal que disputan los Nuggets de Denver contra los Trail Blazers de Portland y que está empatada a 3-3 con el séptimo y decisivo partido programado para el domingo.
Curry acabó con 33 puntos, todos conseguidos en la segunda parte, tras anotar 9 de 20 tiros de campo, incluidos 4 de 11 triples y estuvo perfecto 11-11 desde la línea de personal, además de capturar cinco rebotes y cuatro asistencias.
Mientras que Thompson fue el que mantuvo al equipo en la primera parte al anotar 21 de los 27 puntos con los que concluyó el encuentro, permitiendo que Curry tuviese tiempo para encontrar su ritmo encestador sin que los Rockets pudiesen despegarse en el marcador al irse al descanso con el empate a 57.
Pero si Curry y Thompson cumplieron como estrellas de los Warriors, sin Durant, el entrenador Steve Kerr, le dio una lección a Mike D’Antoni, técnico de los Rockets, en el manejo del banquillo y saber aprovechar al máximo las cualidades de cada jugador de la plantilla.
Kerr confió de nuevo en el veterano escolta Andre Iguodala que ocupó el puesto de Durant e hizo una labor excepcional en defensa y ataque al concluir el partido con 17 puntos tras anotar 6 de 11 tiros de campo, incluidos 5 de 8 triples, siendo el tercer máximo encestador.
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Sin embargo, sería el joven ala-pívot reserva Kevon Looney, un joven talento formado por el equipo técnico que dirige Kerr, el que se convirtiese en el factor sorpresa ganador al salir del banquillo y aportar 14 puntos con cinco rebotes, 1 asistencias, una recuperación de balón y un tapón.
Looney, de 23 años, acabó como el jugador más eficaz en el ataque de los Warriors tras anotar 6 de 8 tiros de campo y 2-2 desde la línea de personal, que lo convirtieron en el sexto jugador.
Mientras que el base Shaun Livingston, otro de los jugadores reserva de máxima confianza de Kerr, le respondió con 11 tantos y completó la lista de los cinco que tuvieron numeros de dos dígitos.
El ala-pívot Draymond Green se convirtió en el jugador dominante dentro de la pintura al concluir el partido con ocho puntos, capturó 10 rebotes y repartió siete asistencias.
De nuevo, la figura del escolta estrella de los Rockets, James Harden, aunque aportó 35 puntos no pudo ser el líder que surgiese ganador en los momentos y partidos decisivos y por quinta vez el equipo de Houston no pudo superar un partido de eliminación, la tercera bajo la dirección de D’Antoni, que ha vuelto ha quedar en la cuerda floja.
Harden, que también aportó ocho rebotes, cinco asistencias y cuatro recuperaciones de balón, anotó 11 de 25 tiros de campo, incluidos 6 de 15 triples, y falló cinco de 12 tiros de personal, que iban a pesar en el marcador final.
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El base Chris Paul jugó su mejor partido de la eliminatoria con un doble-doble de 27 puntos, 11 rebotes y seis asistencias, pero su aportación llegó tarde y tampoco pudo ser decisiva.
Mientras que el alero P.J. Tucker logró 15 puntos y el pívot suizo Clint Capela logró un doble-doble de 10 puntos y 10 rebotes, pero nunca pudo ser tampoco factor ganador en la ofensiva de los Rockets, que de nuevo no encontró la mejor defensa para frenar a Thompson en la primera parte y mucho menos a Curry en la segunda.
Capela, con dos canastas consecutivas al final del tercer periodo dio a los Rockets el parcial de 87-82, ventaja que incrementaron al inicio del cuarto con otra canasta y 89-82, pero de nuevo dejaron reaccionar a los Warriors, que a falta de 7:37 minutos para el final ya habían logrado el empate a 95.
Harden hizo una penetración a falta de menos un minuto y acercó a los Rockets a tres puntos del empate, pero de nuevo surgió Thompson con un triple y 36.1 segundos por jugarse que dio a los Warriors el parcial de 104-110 que sería el decisivo.
El alero Gerald Green, que estuvo siempre carente de inspiración encestadora falló un intento de triple y a partir de ese momento llegaron los puntos de Curry desde la línea de personal que dejaron a los Rockets sin capacidad de reacción y despidiéndose una vez más de manera frustrante de la temporada.
Mientras que Curry, a pesar de jugar con un dedo dislocado de la mano izquierdo, acabó reivindicado como el ganador por dos veces del premio de Jugador Más Valioso (MVP) y el líder indiscutible del mejor equipo de la Conferencia Oeste.