Con 10 puntos en los últimos seis minutos de partido, Stephen Curry rindió ayer jueves a unos Miami Heat peleones y que vendieron muy cara su derrota ante los Golden State Warriors (123-110).
El base fue fundamental para romper un partido muy igualado y terminó su espléndida noche con 33 puntos (13 de 22 en tiros, 7 de 14 en triples), 7 rebotes y 9 asistencias.
Seis jugadores de Golden State sumaron al menos 10 puntos con Klay Thompson (19 puntos) y Andrew Wiggins (18 puntos y 10 rebotes) como guardaespaldas de Curry.
Los Heat, fantásticos con una defensa en zona que desconcertó a los Warriors durante varias fases del encuentro, se aferraron a la solidez de su bloque y al partidazo en ataque tanto de Jimmy Butler (27 puntos con 8 de 13 en tiros, 6 rebotes, 8 asistencias y 6 robos) como de Bam Adebayo (26 puntos con 10 de 13 en tiros, 8 rebotes y 4 robos).
Golden State (3-2) tuvo un enorme problema con las pérdidas de balón (21 frente a 12) pero lo compensó frente a los Heat (2-4) ganando la batalla por el rebote (50 frente a 31).
Another night.
Another show.@UAbasketball || Second Look pic.twitter.com/sbsOZQITJB— Golden State Warriors (@warriors) October 28, 2022
IGUALDAD HASTA QUE CURRY DECIDIÓ
El equilibrio de fuerzas fue la nota dominante del primer cuarto.
Con Curry y Butler empezando a carburar, los Warriors se enredaron con 6 balones perdidos pero los Heat tenían un agujero en la lucha por el rebote y el primer parcial acabó con una ventaja anecdótica para los locales (31-30).
El peso del colectivo de los Warriors, que afronta la defensa de su título del año pasado con una plantilla igualmente lujosa, brilló en el segundo parcial.
Wiggins destacó especialmente por su esfuerzo e intensidad en la pintura pero en realidad todos pusieron su granito de arena: una pizca de Poole, un poco de Green, un detalle de Curry, una jugada de Thompson…
Y en un visto y no visto, los Warriors ya ganaban de 13.
Los de Steve Kerr amenazaban con reventar el encuentro antes del descanso, pero los Heat, tan concentrados como dignos en la primera mitad, cerraron el segundo cuarto con un parcial de 0-9 y se fueron al vestuario con sus opciones intactas (63-59) gracias a un inspirado Butler (20 puntos).
Dos triples de Thompson descorcharon el tercer cuarto con buenas perspectivas para los Warriors.
Pero los Heat, con una admirable constancia a lo largo de todo el encuentro, no solo aguantaron el tirón sino que pasaron a dominar el marcador con Adebayo y Lowry pidiendo paso en ataque y una defensa en zona que confundió a Golden State (74-77 con 5.46 en el reloj).
El partido seguía moviéndose en un territorio de máxima igualdad.
Curry metió 11 puntos para los Warriors en ese tercer cuarto pero fue Wiseman, con 6 puntos en los dos últimos minutos, el invitado extra que permitió a Golden State encarar el último parcial por delante (92-87)
Los banquillos no pudieron dar un golpe en la mesa así que todo quedó pendiente de resolución para cuando regresaran las estrellas a la pista (103-100 con 6.59 para el final).
Justo en ese momento se alzó Curry, que metió un triplazo tras volver loco a Herro y que se golpeó el pecho con rabia sabiendo que era un momento decisivo (108-100 a falta de 5.32).
La pólvora del genial base encendió definitivamente a los Warriors, con Thompson echando una mano cuando hacía falta, y los Heat acusaron finalmente la falta de gasolina tras una noche en la que miraron de tú a tú al vigente campeón de la NBA.