Cuba reportó este domingo otros 48 diagnósticos positivos del COVID-19, 39 de ellos residentes en La Habana, ciudad donde se aplicarán desde el próximo uno de septiembre medidas más rigurosas para frenar la transmisión de la enfermedad.
La semana que cierra hoy comenzó con 35 nuevos casos el lunes, y solo el martes y el miércoles los contagios detectados bajaron a 27 y 15, respectivamente. El resto de los días las cifras se mantuvieron entre más de 45 y 60, y la mayoría de ellos se registraron en la capital.
El país caribeño acumula 3.973 personas diagnosticadas con el coronavirus SARS-CoV-2, causante del COVID-19, de la que se han recuperado 3.327 pacientes y 94 han fallecido, según los datos actualizados por el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán.
De los 48 cubanos confirmados ayer a través de 4.591 pruebas PCR realizadas en el país, 28 no tenían síntomas clínicos del mal y tres son menores de 18 años.
En su informe diario sobre la circulación del COVID-19, el experto indicó que se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínico-epidemiológica 1.128 pacientes, 31 de los cuales permanecen en vigilancia, 547 son sospechosos y 550 están confirmados y activos.
Sobre el estado de los enfermos, Durán refirió que 530 no tienen complicaciones en su evolución clínica, pero en las salas de terapia intensiva de los hospitales de la urbe capitalina se encuentran actualmente seis pacientes en estado crítico y otros 14 están graves.
Explicó que la gravedad de los enfermos se ha incrementado en la medida que han subido los números de contagios, particularmente en la ciudad capital, el epicentro de la pandemia en la isla con una incidencia de 23,32 casos confirmados por cada 100.000 habitantes.
El doctor Francisco Durán recordó que se están adoptando las medidas para lograr el control tras el rebrote concentrado en la zona occidental de la isla.
Informó que la Habana, donde hoy se reportan infecciones dispersas en 11 de sus 15 municipios, quedará cerrada e incomunicada con el resto del país desde el próximo martes uno de septiembre en un esfuerzo por cortar la transmisión de la enfermedad hacia otras regiones.
Entre las disposiciones que entrarán en vigor figura un toque de queda total entre las 19.00 hora local y 05.00 hora local, el teletrabajo y el trabajo a distancia, la suspensión de los traslados interprovinciales, con la excepción de vehículos de carga, el uso obligatorio de la mascarilla fuera de las casas y la prohibición de celebrar fiestas.
Las autoridades han advertido que quienes violen las normativas establecidas -en principio durante 15 días- se enfrentarán a procesos con responsabilidad penal y la imposición de multas severas que van desde los 3.000 a 4.000 pesos cubanos (equivalentes a 125 o 166 dólares).